GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

euroorden y derechos civiles y políticos

Aurore Martin reaparece en Biarritz arropada por más de 2.000 personas

p006_f01.jpg

Arantxa MANTEROLA |

Cuando, tras el último bertso de Odei Barroso invitando a que «quien ha estado en la sombra vea, por fin la luz», Aurore Martin apareció en el escenario, el impresionante estruendo de los aplausos con que fue acogida por los centenares de personas presentes, ayer, en la Halle d'Iraty bien podía equipararse al vuelo rasante de uno de los aviones a punto de aterrizar en la pista del cercano aeropuerto de Biarritz.

En realidad su posible presencia en el acto era algo esperado ya que la propia militante de Batasuna había anunciado, hace unos días, su intención de retornar a la vida pública, tras siete meses de obligado retiro.

Haciendo frente a la emoción del momento y respaldada por más de sesenta personalidades, electos, representantes de movimientos políticos y sociales de toda Euskal Herria y también del Estado francés que se encontraban en el escenario, la zuberotarra tomó apoyo en el atril.

Las primeras palabras fueron de agradecimiento a todas las personas y colectivos que durante estos meses la han apoyado. «Esa solidaridad me ha ayudado a aguantar todos estos meses», dijo.

Martin expuso varias razones para explicar su vuelta. Una de ellas la situó en la «esperanza que está renaciendo en Euskal Herria» y, como prueba de ello mencionó los últimos resultados obtenidos por Bildu: «Ahora hay una representación política después de años de ilegalización. Se está dando un cambio y mi retorno quiere ser una aportación a la construcción de este cambio. Soy una militante política activa responsable de mis actos. Asumo lo que soy, lo que pienso y lo que hago» dijo.

La mejor de las garantías

Añadió que, además, cuenta con un apoyo «masivo y plural» tanto en Euskal Herria como fuera de ella lo que, en su opinión, «es la mejor garantía» para animarle a su vuelta.

A renglón seguido, sin embargo, reconoció el riesgo real de ser entregada a la Audiencia Nacional en virtud de la aplicación de la euroorden aceptada por el Tribunal de Pau y ratificada por la Corte de Casación (Tribunal Supremo francés) en diciembre pasado.

No obstante, aseguró que se ha ganado una batalla política importantísima al haber logrado «superar el debate de la nacionalidad» en la aplicación del dispositivo de la euroorden, logro que se ha plasmado en «el apoyo total ofrecido a los ocho militantes de Segi» encerrados en Izpura y que, hoy se encuentran en la cárcel, después de haber sido entregados por París.

Pero, sin duda, el núcleo de su mensaje lo constituyó el llamamiento que realizó al conjunto de Euskal Herria. «En los últimos meses en Ipar Euskal Herria se ha generado un movimiento amplio y plural. Esa fuerte dinámica ha demostrado su potencial con las diferentes iniciativas, debates y movilizaciones que ha llevado a cabo. Ha difundido sus reflexiones, reivindicaciones y retos. Es hora de perennizar esta dinámica fecunda que ha creado ilusión y esperanza entre nosotros», dijo.

Un muro popular

En base a esta constatación, la militante abertzale hizo extensiva esta forma de trabajo al conjunto de Euskal Herria: «Desde aquí hago un llamamiento: creemos una dinámica política activa para superar la imposición de los dos estados. Pueblo a pueblo, barrio por barrio, en el respeto de la trayectoria y formas de actuar de cada cual. Construyamos un muro popular que pare la represión y la imposición, que consiga la total legalización de los partidos, que pare las redadas policiales, las torturas. Un muro que detenga el chantaje, el tratamiento cruel y la vulneración de derechos que sufren los presos políticos. Un muro que termine con la dispersión, que logre la libertad de los presos enfermos y los que hayan cumplido ya su condena», detalló.

Antes de finalizar su intervención afirmando enérgicamente que «el futuro es nuestro, Gora Euskal Herria askatuta!», Aurore Martin aseguró con énfasis que, a su entender, «éste es el paso que debe dar Euskal Herria. Entre todos es posible. Creo en nuestra fuerza. Unámonos».

Arropada por los gritos de ánimo y aplausos, la militante abertzale tomo asiento entre el senador-alcalde de Biarritz, Didier Borotra y el electo independentista de la Asamblea corsa, Jean-Guy Talamoni que la acogieron calurosamente, momento en el que Martin tuvo verdaderas dificultades para retener su emoción.

La actuación de dos músicos que ofrecieron varias piezas zuberotarras para dar la bienvenida a su paisana, calmó un poco la agitación en la sala con lo que el acto pudo continuar adelante.

Fue el presidente de la Liga de Derechos Humanos del Estado francés quien se dirigió a la asistencia por medio de un vídeo, excusándose de no poder estar presente debido a un accidente doméstico.

En su alocución, Michel Toubiana recordó el caso de Martin y las razones por las que su organización la ha apoyado. Su denuncia, sin embargo, fue más allá del procedimiento de la euroorden al exponer la situación de vulneración de los derechos civiles y políticos que se está extendiendo.

Afirmó sin tapujos, que la Audiencia Nacional es una jurisdicción de excepción por mucho que los españoles se empeñen en negarlo», deploró la «criminalización general de la que son objeto partidos y asociaciones» y saludó la posibilidad que ha tenido «una parte importante de la sociedad vasca de expresar su preferencia electoral a través de Bildu, tras años de no poder hacerlo».

Toubiana también se dirigió al Estado francés a quien recordó que «las libertades no se negocian» y manifestó tener la esperanza de que París no lleve a cabo la decisión de aplicar la euroorden a Aurore Martin.

El combate continúa

Tras las breves intervenciones de Martine Mailfert (NPA Baiona), de la senadora verde Alima Boumédienne y del representante del sindicato UGTG de Guadalupe, Gabi Clavier, la portavoz del Colectivo contra la Euroorden y por la defensa de los derechos políticos y civiles, Anaiz Funosas tomó la palabra para subrayar que, «a pesar del camino recorrido, el combate continúa, en especial para hacer que los Estados francés y español se impliquen en la resolución del conflicto político que garantice la participación de los ciudadanos».

Funosas declaró que el caso de Aurore Martin ha puesto en evidencia la «utilización política que los dos Estados hacen de las leyes de excepción» utilización contra la que «cada vez más ciudadanos reaccionan».

La portavoz del colectivo reiteró que «seguirán rechazando la entrega de Martin» y luchando por el respeto de los derechos políticos, aspecto que consideró «fundamental en la construcción de un proceso de resolución democrática del conflicto político en Euskal Herria».

La fiesta siguió al acto político y, esta vez, el estruendo de los grupos musicales se confundió con la de los aviones.

Leyes especiales y resolución del conflicto vasco a debate

Uno de los puntos fuertes de la jornada fueron las dos mesas redondas organizadas, la primera sobre las leyes de excepción y las libertades democráticas y la segunda, ya por la tarde, sobre la resolución del conflicto político vasco. Dos temas contundentes que acapararon el interés de los asistentes. No en vano constituyen la esencia de la problemática que, más allá de los actos de ayer, han centrado toda la dinámica de denuncia de los últimos meses.

Así, los dos debates fueron seguidos por un público atento que llenó la sala de conferencias, en especial a la tarde. En el primero, las abogadas Iratxe Urizar y Amaia Rekarte expusieron los pormenores de las jurisdicciones especiales (Audiencia Nacional en el Estado español y Sección 14ª de París) y del dispositivo de la euroorden y su aplicación a Aurore Martin y a los militantes vascos detenidos o encarcelados en el Estado francés. Patrick Baudoin, presidente de la FIDH resaltó el uso y el abuso argumental de la lucha contra el «terrorismo» para instaurar y aplicar medidas que recortan las libertades fundamentales.

Por la tarde, Véronique Dudouet del Instituto Berhof, Theresa Ruane de Sinn Féin, Xabi Larralde de Batasuna, Paul Ríos de Lokarri desgranaron experiencias, aclararon conceptos y subrayaron las «condiciones indispensables» para que un conflicto de expresión violenta haga el camino hacia una resolución definitiva. Las bases en las que todos coincidieron, son el reconocimiento de la existencia de un conflicto de carácter, la aceptación de una solución democrática y la participación de la sociedad civil. A.M.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo