Koldo Saratxaga, recetas para la independencia desde el mundo de la empresa
La red Independentistak está recogiendo reflexiones de los ámbitos más diversos. La última, la de Koldo Saratxaga, reconocido por su labor empresarial y su capacidad de diagnóstico. Su receta se basa en las personas, su potencial creativo y su capacidad de compartir proyectos. Augura como algo lógico que la penosa situación económica española alimentará las demandas independentistas vascas.
GARA
Si hace tres semanas era Xabier Arzalluz quien exponía sus ideas sobre la independencia en una de las charlas de la red Independentistak, hace unos días fue Koldo Saratxaga quien difundió sus impresiones al respecto. Fue el miércoles en Mungia. Tras su labor de catorce años al frente de la cooperativa de autobuses Irizar, Saratxaga está volcado en el ámbito de los sistemas de gestión innovadores. Un ámbito que puede parecer alejado del espacio político a primera vista, pero que tiene una relación directa si se mira más despacio. Para la ciudadanía vasca, y más en este contexto de crisis económica, ¿qué hay más innovador que la independencia?
El salón de actos de Torrebillela Kultur Etxea se llenó para escuchar a Saratxaga, que tuvo que responder a numerosas preguntas. Según el resumen facilitado por la red Independentistak, comenzó sus reflexiones planteando que se ha producido un cambio de era en el mundo que conlleva lógicamente un futuro incierto, pero ante el que no vale «el más de lo mismo que nos lleva siempre a lo mismo». El valor de las personas, la diversidad, la libertad y el trabajo en equipo son, a su entender, las claves para el futuro. Este empresario entiende que «no hay dos personas iguales ni dos días iguales» y que, por tanto, debemos aprender a «relacionarnos de manera diferente».
Alternativa real, factible y natural
Saratxaga remarcó algunos de sus conceptos habituales, como que todas las personas son, de modo innato, creativas y emprendedoras en un sentido: «Creatividad significa ir más allá de lo que conocemos, introducirnos en la incertidumbre, en el caos». Añadió que «sólo abandonando las estructuras reconocidas y los modelos imperantes es posible una autoorganización creativa».
Para mover un país, subraya Koldo Saratxaga, resulta necesario «I+I+I», es decir, personas inquietas, inconformistas e iconoclastas. Y afirma para que para ello «necesitamos una sociedad, una educación y unas organizaciones donde la confianza y la libertad permitan que surjan personas».
En referencia al movimiento independentista, plantea que también debe cimentarse sobre las personas, su diversidad, su potencial de creatividad y su capacidad de compartir logros y proyectos y soñar en común. «Esto sirve para las empresas -apunta-, pero también para los pueblos y naciones».
Sobre la situación actual, Saratxaga afirma que «España no podrá levantar cabeza en más de una década, y luego se verá», mientras que Euskal Herria «lo tiene más fácil», pero puede verse condicionada negativamente por la situación en el Estado español. Ante la pregunta de si esta realidad puede alimentar y reforzar los planteamientos independentistas, Saratxaga tiene claro que sí, que resulta lógico. Y va más allá al añadir que la propuesta independentista puede ser, además, un acicate para salir de la crisis y apostar por otros modelos económicos y sociales.
Koldo Saratxaga se muestra convencido también de que hoy es más fácil caminar hacia la independencia que hace diez ó veinte años, y asevera que la creación del Estado vasco independiente es una alternativa real y factible que hay que plantear con toda naturalidad. Repite que la clave de los cambios y de los logros está en las personas, y que el movimiento independentista debe circular por una vía ancha donde tengan cabida todas esas personas en su pluralidad y su diversidad, en libertad. Un espacio donde confluyan sentimientos, ilusiones e intereses.