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La peor selección del mundo abre el camino hacia Brasil'2014

El largo camino que conduce a la Copa Mundial de Brasil'2014 ya se ha iniciado. Lo hicieron la pasada semana los humildes combinados nacionales de Montserrat y Belice, dos selecciones en la cola del ranking de la FIFA. Y puede que, por primera vez, la «peor» de ellas pase de ronda.

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Joseba VIVANCO

El 30 de junio de 2002, mientras todas las miradas del panorama futbolístico internacional estaban puestas en la final de la Copa del Mundo organizada al alimón por Corea del Sur y Japón, en un pequeño país anclado en la cordillera del Himalaya sonaba el pitido inicial de un partido bautizado como `La otra final'. Un encuentro en el que se dirimía el prurito de no convertirse en la selección peor clasificada en el ranking de la FIFA.

En el campo se encontraban Buthan -anfitrión y cuyo deporte más popular es el tiro con arco- y la isla de Montserrat -el cricket arrasa-. ¿El resultado final? 4-0 para los locales, aunque el marcador fue lo de menos.

De peor combinado nacional del mundo, lastrado casi cada año en los últimos puestos de esa tabla, los jugadores de la isla caribeña descubierta por Cristóbal Colón en 1493 han tenido esta vez el privilegio de inaugurar la ronda de clasificación para el aún lejano Mundial 2014, a disputar en el país donde el balompié es religión, el Brasil de Pelé, Zagalo, Zico, Ronaldinho y tantos.

Lo han hecho contra Belice, la menos `mala' de las diez peores selecciones de esa zona caribeña. Y aún y todo, en comparación con Montserrat, Belice parece un gigante en términos futbolísticos. «Estamos muy seguros de que ganaremos esta serie, aunque no sabemos prácticamente nada de la selección de Montserrat», declaraba los días previos el entrenador de los conocidos como jaguares.

Un volcán inhabilitó su campo

Y así parecía ser hasta que, tras imponerse Belice en la ida por 2-5, la FIFA ha suspendido cautelarmente a su federación por «injerencias gubernamentales». La fecha tope del partido de vuelta -que debía jugarse el pasado domingo- es el 10 de julio. Si las cosas no se reconducen, será Monserrat quien pase.

El partido inaugural de esta larga carrera hasta la final en Río de Janeiro se jugó el pasado día 15 en Couva (Trinidad y Tobago) porque, poco después de convertirse en miembro de la FIFA en 1995, Montserrat sufrió una erupción volcánica que convirtió a casi la mitad del país en terreno inhabitable. El único campo de fútbol apto para acoger partidos internacionales quedó cubierto por las cenizas y lava volcánica, y su renovación no ha llegado a tiempo para el partido. La isla cuenta ahora con unos 6.000 habitantes.

Este simbólico encuentro no tuvo el ambiente frenético que se respiraba en el Soccer City de Johannesburgo el 11 de julio de 2010, cuando la Roja se coronó como campeona del mundo. Ni tuvo 84.490 aficionados presentes en el estadio, ni una audiencia de más de 700 millones de televidentes. Debió conformarse con apenas 150 espectadores, y ninguna cámara de televisión.

Tras los seísmos de 1995, los futbolistas de Montserrat, al igual que la población del país, se convirtieron en refugiados y pusieron rumbo a territorio estadounidense o británico, y a los países vecinos del Caribe.

«Orgulloso de jugar en mi país»

Desde entonces, reunir un equipo que vista el uniforme verde oliva ya constituye de por sí todo un triunfo. «Me siento muy orgulloso de jugar con mi país», declaraba a FIFA.com el mediocampista Clifford Joseph en vísperas del partido ante Belice. El líder del grupo es el capitán y seleccionador, Kenny Dyer, de 46 años. «Es el mejor Montserrat que he dirigido», reconocía estos días el técnico, inglés de nacimiento.

«Es uno de los equipos con más bajo ranking de la FIFA, sobre todo porque no jugamos muchos partidos, pero quiero que eso cambie -añadía ilusionado-. Sé que hay mucho talento, y el roce internacional va a hacer que el futbol en la isla crezca muchísimo», señalaba con esperanza Dyer.

Algunos futbolistas de la selección militan en clubes de Gran Bretaña, Estados Unidos y hasta Australia. La estrella del equipo se llama Andy Griffith. Hasta esta eliminatoria nunca había disputado un partido con los Emerald Boys (los muchachos de las esmeraldas), pero su participación en el Port Vale de la Liga inglesa -equivalente a la Tercera División española- ya hace que tenga uno de los perfiles deportivos más altos en la historia de la modesta selección caribeña.

De momento, el sueño de Monserrat deberá esperar, al menos durante unas semanas, a la decisión de la FIFA. Si pasa, será en los despachos, no sobre el césped. Su equipo acumula ya 22 derrotas consecutivas, y esta última fue la más dolorosa, por las esperanzas que tenían depositadas. Pero es su sino.

En su corto historial, Montserrat acumula, como si de un mal boxeador se tratara, 28 K.O. -el más abultado un 0-13 contra Bermudas-, un empate y sólo dos victorias, ambas contra su archirrival, Anguila, la otra cenicienta del panorama futbolero mundial.

Sólo les queda el consuelo de haber inaugurado oficialmente la carrera hacia Brasil 2014. Por delante, 830 partidos para decidir los 31 equipos -entre 203 aspirantes- que aspirarán al trofeo más codiciado del deporte rey junto a Brasil, clasificado de manera automática. Sólo cuatro países -Buthan, Guam, Mauritania y Brunéi Darussalam- no se han inscrito. El balón ya ha echado a rodar.

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