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Grecia, ante la crisis de nunca acabar

La decisión del eurogrupo -la cumbre de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona- de posponer la decisión sobre la aprobación de un nuevo rescate a Grecia admite diferentes interpretaciones: la negativa a dar un cheque en blanco ante una quiebra que ya se da por hecha; o un ejercicio de bullying contra Grecia para obligarle a aceptar nuevas medidas de austeridad y un gigantesco programa de privatizaciones como única vía para dar luz verde a miles de millones de euros. En cualquier caso, el reloj no se para y el tiempo corre. Si para mediados de julio Grecia no recibe el dinero, la quiebra se oficializará, la bancarrota se extenderá por la eurozona, el futuro del euro se hará todavía más impredecible y las consecuencias en la economía global, según multitud de analistas, serán bastante más graves que el colapso en 2008 de Lehman Brothers.

La posibilidad de llegar a este escenario era un secreto a voces desde hace meses. Hoy, a finales de junio, no hay plan ni decisión final sobre la mesa. Y tan absurdo como puede parecer, hay dinero suficiente. Pero la realidad confirma el fracaso de la política en la Unión Europea, amplifica la impresión de que ésta va camino de convertirse en una unión para las transferencias bancarias, con políticos sin estatura para oír y hacer respetar las voces de la ciudadanía. Hace tiempo que la Unión Europea está dilapidando el mayor capital que, especialmente en situaciones de crisis, se puede tener: la credibilidad. La confianza en que la Unión Europea pueda responder unitariamente ante esta situación está disolviéndose como una montaña de azúcar en un océano de café.

Mientras tanto, el enfado contra las medidas de austeridad y los políticos que la imponen -que muchos ciudadanos conciben como peones en nómina del gran capital- es palpable. Grecia está en la línea del frente de la lucha contra la austeridad e inspira las protestas en Europa. Si ello se traducirá en un éxito político es discutible. Pero ante el estrepitoso fracaso de la política oficial y sus profesionales, no intentarlo nunca debe ser una opción en el menú.

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