El ministro de Asuntos Exteriores argelino, Mourad Medelci, reconoció ayer que Argelia «está muy preocupada» por la situación de Siria y de Libia, pero dejó claro que la decisión de si el presidente sirio, Bashar Al-Assad, y el líder libio, Muamar al- Gadafi, han perdido la legitimidad para seguir gobernando compete a sus respectivos pueblos.

«Los responsables principales de responder a la cuestión de si éste u otro líder deben perder su legitimidad, en el caso de Siria o Libia, son los pueblos mismos», explicó el jefe de la diplomacia argelina en rueda de prensa conjunta con su homólogo húngaro, János Martonyi, y el comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad Europea, Stefan Fühle, al término de la reunión del Consejo de Asociación UE-Argelia, celebrada ayer en Luxemburgo.

Aunque Meldici admitió que «Argelia está muy preocupada por lo que está pasando» en Siria porque entiende que «no es aceptable», insistió en que la decisión sobre si el régimen de Damasco «ha perdido su legitimidad no compete a Argelia». El ministro aseguró que el objetivo en Libia sigue siendo «proteger a la población libia», aunque insistió de forma implícita en la necesidad de que la intervención militar bajo mando de la OTAN respete «de forma escrupulosa» las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizaron la intervención e insistió en la necesidad de encontrar «una solución política» y lograr «el cese de hostilidades lo antes posible en Libia».

El ministro de Asuntos Exteriores húngaro recordó que los Veintisiete han instado reiteradamente al cese de «todas las violaciones de los derechos humanos de los manifestantes» por parte del régimen.