La OTAN reconoció que bombardeó a primera hora de ayer lo que consideraba un «centro de comando y control» del régimen libio en la localidad de Surman, pero donde murieron quince personas, entre ellas tres niños de corta edad, según el Gobierno libio. La misma fuente de la Alianza había asegurado horas antes que la OTAN no había llevado a cabo ninguna acción en esa zona. Según Trípoli, el ataque habría tenido como objetivo la residencia de Hemidi Juildi, un antiguo compañero de armas de Muamar al-Gadafi, y sus alrededores.

Este ataque a civiles se suma al que los aviones de la Alianza llevaron a cabo el domingo, matando a nueve personas, incluidos dos niños, en la periferia de Trípoli, y que la OTAN atribuyó a «un error técnico. También reconoció haber bombardeado un convoy de rebeldes cerca de Brega, causando la muerte de seis insurgentes.