Jorge Oteiza retrató en 1947 a su esposa. «Itziar» la realizó en Buenos Aires, un año antes de volver de Latinoamérica, y es un busto modelado en cemento. Ahora, el museo de Bellas Artes de Bilbo ha adquirido esta pieza del artista oriotarra por 138.000 euros. «Es una pieza que Oteiza admiraba», explicó ayer el director del museo, Javier Viar. «Tiene relación con la escultura primitiva y, a pesar de ser muy figurativa, se mueve en las coordenadas que a partir de ese momento desarrolló Oteiza».

La obra forma parte de las últimas adquisiciones de la pinacoteca bilbaina que, en estos últimos diez años, ha realizado por el valor de 6 millones de euros. Han sido un total de 269 piezas, a las cuales se suman las 2.916 piezas donadas, con un valor global superior a los seis millones de euros, por lo que, según destacó Viar, «el patrimonio del museo se ha enriquecido en más de doce millones». Entre las piezas más caras adquiridas en este tiempo figuran una escultura de Eduardo Chillida (578.000 euros) y una obra del escultor lituano Jacques Lipchitz (325.000), cuya compra «desencadenó», junto con la exposición dedicada al autor en 2003, la donación por parte de la Fundación Lipchitz de doce bocetos y cinco escayolas con un valor de un millón de euros.

Entre las donaciones presentadas también se encuentran tres estampas de Pablo Picasso del álbum «La Tauromaquia o arte de torear», editado en 1959 con 26 ilustraciones y que el verano pasado se pudieron ver en el museo. Son tres aguatintas sobre papel que pintó tras una corrida en Arlés.