Mientras unos hablaban sobre la seguridad de sus concejales y la decisi�n de la alcaldesa de Andoain de impedir el acceso de los escoltas al consistorio del municipio, otros se preocupaban y peleaban por que Aurore Martin no fuera detenida en Baiona. Dos pa�ses diferenciados en el mapa pol�tico oficial, con dos realidades que en algunos casos resultan ser totalmente opuestas.

Estanis Amuch�stegui puso el grito en el cielo con la decisi�n de Ana Carrere (Bildu) de vetar la entrada a sus guardaespaldas y, con ello, el gallinero se encendi�, y lo ha hecho de tal manera que, en nombre de la �seguridad�, toda cr�tica se ha convertido en l�cita con tal de entorpecer y boicotear cualquier decisi�n que proceda de la coalici�n soberanista.

69 kil�metros separan Andoain de Baiona, 69.000 metros que muestran diferentes realidades y, sobre todo, una diferencia abismal en la defensa de algunos principios.

La irrupci�n de Bildu en los ayuntamientos de Hego Euskal Herria ha volteado el mapa pol�tico actual; y la orden de arresto contra Aurore Martin ha revolucionado el concepto de solidaridad metamorfoseado en este siglo XXI, un gesto que en muchos momentos cae por su propio peso.

En el Estado espa�ol se habla del Movimiento 15-M, de sus revueltas, de sus protestas pac�ficas, de su poder de convocatoria tanto en manifestaciones como en diferentes concentraciones. Tambi�n se habla de cambio, de indignaci�n y de un �basta ya� que ha resonado en cada municipio de la pen�nsula.

Al otro lado de la �muga�, tal y como les gusta decir a muchos, el tan preciado mapa pol�tico se ha reconvertido a la defensa a ultranza de la libertad de las personas, de los derechos civiles y pol�ticos y del verdadero cambio pol�tico y social. Algunos habr�n pasado la noche llorando por la ausencia de Amy Winehouse en el BBK Live de Bilbo; otros seguir�n pensando en nuevas conspiraciones; y algunos dormir�n con la conciencia tranquila, pensando en que se est�n haciendo bien las cosas. Y Aurore lo sabe.