El presidente de BBK, Mario Fernández, desveló en Santander la semana pasada que los consejos de administración de Caja Vital, Kutxa y BBK darán luz verde a la conversión en un banco antes de que finalice este mes. Joxean Urkiola, responsable de LAB Finantzak, rechaza ese modelo y considera que «el modelo social que representan las cajas es más eficaz» y lamenta tanta rapidez.

Joxean Urkiola sostiene que en Alemania existe «un modelo solvente y eficaz de cajas que aquí quiere hacerse desaparecer» para que «entren los especuladores y se aleje de los orígenes de las cajas, es decir, ser entidades sociales». Denuncia que las direcciones de esas cajas «quieren comprar» a los sindicatos para que voten a favor de esa «bancarización» que dejará al margen la obra social, y se pregunta «si Mario Fernández quiere convertirse en el Emilio Botín con txapela».

¿Por qué tanta prisa por aprobar la creación de un banco a partir de las tres cajas vascas, que son las más rentables y saneadas del mercado?

Estamos a tiempo de salvar las cajas. No está nada hecho. No está finalizada la conversión de las tres cajas vascas en un banco. Los presidentes de las tres pretenden vender que todo está hecho cuando saben, en realidad, que no es cierto. Es más, están intentando comprar los siete votos de los empleados en las asambleas, los que representan a la plantilla, a través de dar alguna prebenda. LAB no está dispuesto a venderse, aunque algunos sí aceptan entrar a esos cambalaches.

¿Se refiere a algo parecido a lo que ocurrió con el acuerdo PNV y CCOO para la fusión fallida de BBK y Kutxa en 2008?

Sí. Hicieron una pantomima previa a la fusión para que los votos de la plantilla fueran en un sentido concreto, como así ocurrió, aunque fracasaron en sus objetivos. La cuestión está en que hoy en día nos estamos jugando el futuro de las cajas vascas. Algunos sindicatos parece que quieren conseguir aquello que no logran con la firma de los convenios a través de vender su voto en la asamblea. Primero defendamos las cajas. Es una cuestión fundamental. CCOO está firmando en Madrid una movilización cívica en defensa de las cajas, junto a organizaciones sociales y de consumidores, pero, en cambio, en Euskal Herria está dispuesta a negociar y vender su voto favorable a convertir las cajas vascas en un banco.

Ya pasó en la Caja Navarra.

Desgraciadamente tenemos el ejemplo de la CAN, donde CCOO por mucho que firmó eso en Madrid, votó a favor de convertir la CAN en Banca Cívica, a pesar de que la mayoría del comité estaba en contra. Se demuestra que hay otros intereses al margen de la plantilla, que son los que priman.

Mario Fernández dijo en Santander que el banco se aprueba antes del día 30 de junio.

Vamos a llegar hasta el ultimo momento defendiendo las cajas y su modelo social. El pisar el acelerador como lo están haciendo -de hecho hoy hay una nueva reunión en la sede de Vital- esconde otros intereses. Primero habrá que ver si es caja o banco. Tenemos claro que los tres presidentes apuestan por un banco. LAB se muestra rotundamente contrario a pasar de una caja a un banco. Apostamos por una caja única con modelo social, para ayudar a salir de la crisis, para reforzar las economías más necesitadas, de apoyo a las pyme, para conceder crédito, que no hacen ahora. Al contrario de lo que nos quieren decir, las cajas vascas no necesitan convertirse en un banco, porque tienen la suficiente solvencia y rentabilidad. De hecho, están por encima de los parámetros que exige el Banco de España y la Unión Europea. No hay necesidad de dar ese paso. Se hace por otros intereses superiores de sus actores.

¿A qué se refiere?

Son intereses del PNV, que quiere controlar un banco. En su día tuvo el Banco Vizcaya y el Banco Bilbao. Tras la fusión, y cuando entró Argentaria, les pegaron la patada y hoy se están quedando sin nada. Ponen la excusa de la reforma del sistema financiero para convertir las cajas en banco. No dicen que pueden seguir siendo cajas, que tienen todo el fundamento, el capital, la rentabilidad y los parámetros suficientes para cumplir su función centenaria. Lo que está claro es que a Mario Fernández se le ha quedado pequeña Euskal Herria. Ahí está el problema.

Antes de los intentos de fusión de las cajas, el Gobierno de Gasteiz trató de crear el Banco Público, pero también fracasó.

El objetivo de esta operación es el control del sistema financiero vasco. Las cajas son ejemplo de participación. Como plantilla tenemos 7 representantes, la clientela tiene otros 43, los municipios 30 y las entidades fundadoras 20. Es un ejemplo en cuanto a participación y control de la gestión. Otra cosa es que, además, en los últimos años se ha gestionado mal. Quienes han dirigido en los últimos años las cajas, principalmente el PNV, se han subido a la rueda de la banca, del ladrillo, del beneficio rápido, de la especulación y se han metido en operaciones ajenas a lo que era el funcionamiento de las cajas, como las operaciones de Kutxa en Levante o la compra de BBK de Caja Sur para crear el BBK Bank. Son pruebas evidentes de que están haciendo otro tipo de apuesta. Si las cajas se ciernen a lo que les corresponde, su trabajo mirando al territorio y a su función social que figuran en los estatutos, podremos construir un sistema financiero vasco con objetivos sociales y para poder salir de la crisis de la mejor manera posible.

Nos dicen que las cajas no tienen futuro, pero en Alemania mueven tanto dinero como los bancos y crean valor y riqueza en los länder, como reconoce el Grupo Financiero de las Cajas de Ahorros de Alemania, Finanzgruppe, en su memoria.

Alemania es referente para la economía, pero ocultan lo que ocurre con las cajas. En los länder tienen mucha pujanza, son los pilares de la sociedad alemana. Mueven el 45% del negocio en cada zona. Están confederadas. Miran a su propio territorio. No sólo funcionan, sino que son el sustento económico. Por lo tanto, es mentira que las cajas se tengan que convertir en bancos. Otra cosa es que Zapatero, mandando por la banca y el Banco de España, trate de convertirlas y dejárselas al poder financiero, para sumarse a la ola neoliberal.

La bancarización sólo representa a los intereses políticos y económicos de los especuladores de turno, porque no se debe olvidar que las cajas que se convierten en bancos van a salir a bolsa, así ocurre ya con Bankia y Banca Cívica, para que los especuladores puedan meter mano. Otro ejemplo de referencia es Caixa Bank, que ha dado entrada al multimillonario mexicano Carlos Slim. Se trata de abrir las puertas a los especuladores y banqueros para ganar y ganar más dinero y, a la vez, olvidarse de la Obra Social.

¿Por qué el proceso de conversión de las cajas en un banco ha cogido tanta velocidad?

Hay cierto interés del PNV por adueñarse del nuevo banco, por un lado, mientras que, por otro, el PSOE y PP quieren imponer una nueva ley cajas con el objetivo de restar poder al PNV. Ambas situaciones, unidas al resultado electoral del pasado 22 de mayo, han hecho que el PNV se haya puesto muy nervioso. Si respetan ese resultado electoral, queda claro que la sociedad vasca quiere un cambio global, también en este aspecto de convertir las cajas en un banco. Por eso, hay que exigir que sean consecuentes y respeten lo que ha mandado la sociedad vasca y que se tomen las decisiones de forma reposada, sin estas prisas.

¿Se agota el tiempo ante el anuncio del presidente de BBK?

Tenemos todavía tiempo para defender las cajas vascas. Si desgraciadamente, el 30 de junio, aprueban en los consejos de administración la conversión de las tres cajas en un banco, la clientela y los ciudadanos tenemos que hacer un esfuerzo en las asambleas para que este proyecto no salga así adelante. No dejemos que nos roben las cajas vascas y hagamos una apuesta por una caja vasca con un modelo social, que mire a este país y que además ayude a salir de la crisis. Con esos parámetros y la defensa de la obra social, estamos convencidos que la mayoría de los ciudadanos iban a apostar por reforzar ese modelo de cajas, que no fue otro que de actuar de contrapoder al sistema bancario, especulador y avaro, que marginaba a una parte importante de la sociedad hace cien años y que no tenía derecho al crédito. De ahí nacieron los montes de piedad. Hoy en día pretenden terminar con ese modelo, pero las cajas tienen futuro, Alemania es el ejemplo que lo demuestra. Pueden ser la punta de lanza de un sistema financiero vasco para el proyecto de país que queremos construir en el futuro. Si dependemos de la banca, mal vamos, porque todos conocemos lo que ha hecho Emilio Botín, que ahora le están investigando. ¿O es que Mario Fernández, que no olvidemos que viene del BBVA, donde realizó trece operaciones de fusiones de bancos, se quiere convertir en el Botín vasco? El «Botín con txapela» que pueda controlar su banco, aumentar sus remuneración y su prejubilación, como hacen los banqueros, y dejar los recursos de la ciudadanía vasca en manos de especuladores que vendrán de fuera para quedarse con nuestras cajas. No lo podemos permitir.

¿Estaba predestinada esta operación bancaria vasca?

Tanto no sé, pero Mario Fernández tiene visión de banco. Al PNV se le ha quedado pequeña Euskal Herria. Tampoco le importa nada el marco vasco de relaciones laborales. El PNV acordó con CCOO el marco estatal para imponerse en las cajas vascas en 2008.

Ahora en BBK se está negando, a pesar de que la mayoría del comité de Bizkaia pide convenio de ámbito vasco. Se pliega a los intereses de CCOO, que se vende por un puesto en el consejo y por otras prebendas que pueda dar Mario Fernández y compañía. LAB no va entrar en ese juego, porque no es papel de los sindicatos.

¿Si se crea un banco, la Obra Social desaparece?

La quieren dejar al margen. BBK tiene más de 200 trabajadores en la Obra Social. Nos parece fundamental su papel. Por eso, no podemos llegar a un acuerdo laboral como en 2008, si luego la operación se frustra. Es absurdo. ¿Para qué queremos llegar a acuerdos como el que firmaron PNV y CCOO si no va a ningún sitio? Primero vamos a decidir sobre lo que nos espera. La pregunta clave es ¿estamos los sindicatos dispuestos a convertir las tres cajas en un banco? LAB no. Eso lo tenemos clarísimo. Si nos lo imponen tendremos que negociar las condiciones de la plantilla, pero el resto de sindicatos se tiene que decantar, como tendrá que hacerlo un día la sociedad. Tenemos claro que se puede parar esta conversión en banco, lo mismo que si se respetan los resultados del 22-M puede que no salga adelante. Otra cosa es que habría que negociar entre todos la creación de una potente caja vasca, con modelo social que mire a Euskal Herria, que nos ayude a salir de la crisis y con el marco vasco de relaciones. Así, nos sentaríamos a negociar el futuro de una caja vasca fuerte y válida.