Jóvenes y veteranos, todos juntos con un mismo objetivo: apretar y apretar. La siguiente crónica de duros encadenamientos tiene también en común que son primeras de diferentes proyectos y listas.

Y empezamos por casa, ya que Iker Pou nos presenta sendos proyectos que acaba de encadenar en una escuela alavesa. Dos líneas equipadas por el propio escalador. Para «Akelarre», una vía de 65 metros, ha propuesto un grado de 9a. En cambio, para «Celedón Txiki» 8c+9a.

Sobre la primera línea, «Akelarre», Pou señala que es una vía con dos partes muy diferenciadas: «La primera de 40 metros es de muy buena presa y desplomada, a la que le sigue una segunda más vertical y tumbada de 25 metros y con seccciones de bloque difíciles».

Los primeros 40 metros de la línea los equipó y encadenó hace 15 años, y ha sido este año cuando ha ampliado la ruta con 25 metros más. «Lo más complicado de esta vía se encuentra en los últimos 10 metros, donde la ruta empieza a tumbar. Graduar «Akelarre» no ha sido fácil, ya que dependiendo de la altura y de la envergadura del escalador podría variar levemente», añade el gasteiztarra.

Respecto a «Celedón Txiki», Iker Pou afirma que es una línea de fuerza-resistencia y bastante desplomada, con movimientos muy variados. «A mi parecer -explica- es bastante complicada, y he invertido muchos intentos para resolver correctamente secuencias y no caer reventado», señala el escalador.

Más puntos rojos

Mientras tanto otro veterano, Gérome Pouvreau, se hace con un proyecto en la escuela de Luberon: «La madone». El escalador francés propone para esa línea un grado de 9a+, y lo explica de la siguiente manera: «Empieza con un 8c+ para conectar con otra vía ya existente, «Des grands Daltons», que es un 8c+ duro. Eso sí, entre una y otra hay un reposo muy bueno. Es una vía larga de unos 50 metros, muy desplomada, dura y guapa», adelanta Pouvreau.

Y, de dos experimentados escaladores del grado duro, pasamos a otros que, a pesar de su juventud, están firmando encadenamientos sobresalientes.

Uno de esos protagonistas es el ya más que conocido escalador francés Enzo Oddo. Solo tiene 16 años, y acaba de encadenar su tercera ruta de 9a+: «La moustache qui fâche».

La línea se encuentra en Entraygues y tiene una suma de tres secciones de bloque sin reposo en la parte alta y más dura del muro. Unos 20 movimientos para su tercer 9a+; los anteriores han sido «Biographie» y «Audabe Direct».

Un año más que Oddo tiene el esloveno Domen Skofic, y hace algunas fechas se ha hecho con su primer 8b+ a vista en Misja Pec: «Active discharge».

Y acabamos esta crónica de encadenamientos con otro escalador muy pero que muy joven. Stefano Carnati sólo tiene 12 años, pero ha demostrado poseer talento, y es que el italiano ha conseguido su primer 8b+: «Sani e Belli», en Valbrona.