José Joaquín Rojas se proclamó campeón estatal al superar al sprint a Alberto Contador, tras la fuga decisiva que protagonizaron ambos ciclistas en la última subida al Desierto de Las Palmas, puerto de segunda categoría con una pendiente media del 5%. El resto de rivales no pudieron seguir su ritmo y debieron conformarse con llegar a casi medio minuto en un grupo en el que el más rápido fue Koldo Fernández de Larrea, que se hizo con el bronce.

El ciclista murciano confirmó el pronóstico que le daba como uno de los máximos favoritos para hacerse con el título al saber aguantar el tirón del de Pinto. Contador demostró su poderío al tercer y último paso por el citado puerto donde superó a dos grupos de escapados demostrando su poderío, pero no pudiendo dejar de rueda al a la postre vencedor de la prueba.

Los corredores vascos se mostraron muy activos durante toda la jornada. Chente García Acosta, Alan Pérez, Gari Bravo y Aritz Etxeberria ya se metieron en la primera escapada, generada cuando apenas se habían recorrido veinte kilómetros. Integrados en un grupo de once ciclistas llegaron a disponer de hasta ocho minutos de ventaja.

Sin embargo, los verdaderos candidatos al triunfo todavía se encontraban agazapados a la espera de su momento, que llegó con un ataque de Mancebo. Tras él, entre otros, se marcharon en un primer momento Gorka Izagirre y Egoi Martínez, además de Rojas y Contador. Koldo Fernández de Larrea se unió con posterioridad a los fugados.

Segundo arreón de Mancebo

Este segundo grupo, con los hombres importantes, todavía tuvo un segundo arreón, propulsado otra vez por Mancebo, verdadero animador de la prueba, al que respondieron, además del gasteiztarra, Sastre, Rojas y Fran Pérez. Los cinco consiguieron enlazar con los otros nueve ciclistas de cabeza de carrera, pero Contador no había dicho su última palabra.

Secundado por su gregario Jesús Hernández, que lanzó al madrileño en la última ascensión al Desierto de Las Palmas, superó a todos los escapados con una potencia insultante, a la que sólo supo responder Rojas. Ambos encararon el descenso y el último tramo de llano con la ventaja de que por detrás no se ponían de acuerdo en la persecución de los fugados.

De esta guisa se plantaron ambos ciclistas en la meta de Castellón, dejando hacer Rojas al reciente ganador del Giro, sabedor de su mayor potencia en los metros decisivos. Así, a falta de doscientos, el murciano arrancó, mientras Contador sólo pudo observar cómo su rival levantaba los brazos. El bronce fue la recompensa para Fernández de Larrea, al ser el más veloz del grupo perseguidor.