Análisis | El porqué de las sorpresas: Fuenlabrada
Un equipo a prueba de bajas, las claves del Fuenlabrada
Solidez en el Fernando Martín, donde ganaron 13 de sus 18 encuentros, un equipo convertido en bloque, con el pase como principal fundamento de juego y una filosofía a prueba de bajas, con hombres como Ayón, Rabaseda, Valters. o Mainoldi dando la réplica tras las salidas de Batista o Biyombo. Porque los equipos no sólo se conforman con la chequera.
José Ángel SAMANIEGO Técnico ayudante del Fuenlabrada
El conjunto madrileño es la prueba viviente de que no todo es dinero en el deporte. A base de duro trabajo, fe ciega en sus componentes y un punto más que acusado de valentía, el Fuenlabrada ha suplido las bajas de Barton, Batista, Biyombo y hasta del técnico Chus Mateo.
José Ángel Samaniego y Salva Maldonado forman uno de los dúos de entrenadores de la ACB con mayor calidad -y por ello, aunque pudieran seguir en el «Fuenla», se especula con su salida al DKV Joventut-. Bien en Gran Canaria, bien en Fuenlabrada, ambos entrenadores han armado equipos muy trabajados, que con aparentes pocos mimbres han logrado no sólo la admiración de los rivales y los expertos, sino que estas expectativas se han traducido en resultados.
Cuando la campaña 2010/11 arrancaba el pasado octubre, el «Fuenla» era uno de los claros candidatos a no descender, y su juego parecía que iba a basarse por entero en Batista... lo que el uruguayo durase, ya que los cantos de su posible salida para paliar los graves problemas económicos del cuadro madrileño no eran de sirena, sino de un coro bien afinado.
Aun y con todas las bajas -ya que a la salida de Batista hacia Gasteiz se le sumaría la del congoleño Bismack Biyombo, recientemente drafteado-, la salida hacia Unicaja del técnico Chus Mateo, y la lesión de larga duración del otro referente del equipo, el alero checo Lubos Barton, el Fuenlabrada se ha sabido reinventar y ha logrado rendir durante toda la temporada, quedando a un punto de entrar en la Copa y jugando los play offs por el título. Samaniego nos relata alguna de las claves de este pequeño «milagro».
Ante todo, hemos sido sólidos en casa. En total hemos disputado 18 partidos en casa -17 de liga regular y uno de play off- y hemos logrado 13 triunfos. Pro además hemos sido el equipo que a lo largo de la temporada más veces ha tenido que jugar dos partidos consecutivos bien en casa, bien fuera, debido al calendario, un total de ocho ocasiones. Eso suponía que si fallábamos en el Fernando Martín, podíamos sufrir una mala racha de derrotas, lo que podía minar la confianza en nuestro juego.
Esa solidez nos ha valido para mantenernos dentro de los ocho primeros durante toda la liga, o casi. Y cuando más atrás hemos estado ha sido porque caímos a la novena o la décima plaza, pero manteniéndonos siempre a una victoria, o empatados, con la zona de play offs. Vernos tan arriba, lejos de la zona de peligro y jugándonos, bien la Copa, o bien entrar en el play off, ha dado a la plantilla confianza y motivación.
Intentamos que se nos identifique como bloque y no por individualidades. Las señas de identidad deben ser esfuerzo en defensa y generosidad en ataque. La idea principal es involucrar al máximo de gente. Por ello, somos uno de los equipos que menos tiempo en total ha tenido a sus ocho jugadores más utilizados -un 79,9% por un 90,3% del Baskonia y un 82,8% que establece la media- y uno de los que menor cantidad de posesiones reparte entre sus jugadores más importantes -un 82,4%, por un 94,4% del Joventut y una media del 86,6%-. Por ello, aunque en principio podía hablarse de una dependencia de Batista, el resultado ha sido que han ido destacando diferentes jugadores, y eso para nosotros es importante porque queremos ser un conjunto de estas características. Para conseguir resultados, juego colectivo.
Y el mejor exponente de ese necesario juego de equipo viene del ratio de canastas convertidas tras asistencia. Hemos logrado convertir el pase en el fundamento principal de nuestro juego colectivo, con un 57,34% de puntos obtenidos tras asistencia, sólo por detrás del 57,61% del Real Madrid. En ese sentido, uno se enorgullece de la labor realizada en este aspecto de los bases. Kris Valters y Quino Colom han repartido el 50,1% del total de asistencias que dio el equipo; siendo el nuestro el quinto equipo que más pases de canasta ha generado a lo largo de la competición.
Las dificultades nos han hecho más fuertes porque no hemos perdido la filosofía. Hemos perdido alguna pieza pero el bloque ha seguido ahí. Sólo así se entiende que durante la temporada hayan salido hombres tan dispares a la palestra, con un resultado tan brillante. El más constante ha sido Gustavo Ayón. Aunque suene paradójico, la marcha de Batista le vino bien al mexicano, ya que con la coincidencia de Batista y Ayón en la cancha nos encontrábamos con dos jugadores que se podían llegar a pisar el espacio.
Con la salida de Esteban al Baskonia -que causó al Fuenlabrada un perjuicio que nos costó no entrar en la Copa, al perder los tres últimos partidos de la primera vuelta-, Gustavo se encontró al fin con espacio.
La salida de Biyombo después de que se marchase a jugar la Nike Hoop Summit, o la ausencia de dos tercios de temporada de Barton, fueron más traumáticas. Tuvimos que redoblar la apuesta por Ayón y por jugadores como Mainoldi entre los interiores, mientras que del juego exterior cabe destacar el paso adelante que dio Rabaseda, sobre todo en la primera vuelta.
Y, por supuesto, Chus Mateo, que se fue a Unicaja, todo ello en un contexto de problemas económicos. Ante ello, cabe felicitarse por la profesionalidad y la dedicación de la plantilla, que nos ha hecho disfrutar muchísimo sobre la cancha.