África levanta su voz contra la OTAN por sus bombardeos sobre Libia
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, en nombre de la Unión Africana, levantó ayer su voz contra la intervención de OTAN en Libia y recordó a la Alianza que no ha recibido el mandato de Naciones Unidas para llevar a cabo «el asesinato político» de Muamar al-Gadafi, aunque autorizara la agresión militar contra el país norteafricano. El Gobierno libio, mientras, estudia proponer un referendo para decidir la permanencia de Al-Gadafi en el poder.
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El comité de mediadores de la Unión Africana (UA) para Libia, integrado por los jefes de Estado de Mauritania, Sudáfrica, Congo, Mali y Uganda, se reunió ayer en Pretoria para revisar sus esfuerzos de cara a ayudar a solucionar la guerra en el país norteafricano e intentar acordar una hora de ruta para el proceso de pacificación a pesar de los fracasos anteriores. La UA, que entre el 30 de junio y el 1 de julio celebrará una cumbre en Malabo, sigue apostando por el diálogo político para poner fin a las hostilidades.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, afirmó que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que permitió la agresión militar contra Libia, no autoriza «una campaña para cambiar de régimen o un asesinato político».
Desde Pretoria, Zuma expresó su preocupación y la del «conjunto de la UA» por los bombardeos de la OTAN contra territorio Libio, que han causado víctimas entre la población civil a la que, según el mandato de la ONU, debía proteger. En su intervención de apertura de la reunión aclaró que la resolución instaba a «proteger al pueblo libio y facilitar esfuerzos humanitarios».
Asimismo, el comité de mediación indicó en un comunicado difundido tras el encuentro que Al-Gadafi aceptó mantenerse fuera de las negociaciones para poner fin a la guerra que vive Libia desde hace cuatro meses
La UA ya presentó una propuesta de solución que fue aceptada por el régimen, pero rechazada por los rebeldes porque no contempla la salida del líder libio. Esa «hoja de ruta» prevé un alto el fuego y la instauración de un periodo de transición que acabaría con la celebración de unas elecciones democráticas.
Referendo
Mientras tanto, el portavoz del Gobierno de Libia, Musa Ibra- him, anunció que el Ejecutivo estudia proponer de nuevo la celebración de un referendo para comprobar si la población quiere que Muamar al-Gadafi permanezca en el poder, aunque aseguró que en ningún caso abandonará el país.
«Si los libios deciden que Al-Gadafi debe irse, se irá. Si deciden que debe quedarse, se quedará», dijo Ibrahim, quien recordó que el Gobierno ha puesto sobre la mesa una propuesta de diálogo nacional y para unas elecciones supervisadas por la ONU y la UA.
Por otra parte, la Media Luna Roja logró realizar un intercambio «humanitario» que permitió reunir a familias separadas por la guerra.
En el campo de batalla, AFP informó de que los rebeldes libios lanzaron una ofensiva contra las tropas leales al régimen estacionadas en la planicie entre las montañas bereberes y Trípoli, a unos 50 kilómetros de la capital, que obligó a las fuerzas gadafistas a retirarse unos 20 kilómetros al norte. Durante la jornada de ayer, ambos bandos se enfentaron con armamento pesado
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, confirmó ayer que representantes del régimen libio y de los rebeldes están manteniendo contactos centrados principalmente en la suerte del coronel Muamar al-Gadafi.
El Ejército sirio amplió ayer su ofensiva en Kseir, una localidad junto a la frontera con Líbano, lo que llevó a cientos de personas a cruzar la línea divisoria y refugiarse en el país de los cedros huyendo de los militares, mientras un centenar de opositores tienen previsto mantener hoy una reunión en Damasco para analizar la situación para salir de la crisis que vive el país desde hace más de tres meses.
El Observatorio sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, informó a AFP que cientos de personas han huido de Kseir hacia el Líbano. Un responsable de la localidad libanesa de Kunassait, al otro lado de la frontera, confirmó la llegada de alrededor de 400 libios «sólo como medida de precaución tras haber escuchado rumores de una probable propagación de la violencia».
El sábado, cuatro personas murieron en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad, dos de ellas en Kseir.
Por otro lado, opositores independientes se reunirán hoy en un hotel de Damasco. Es la primera vez desde el inicio de la revuelta, el 15 de marzo, que los opositores se reúnen abiertamente. El encuentro no incluye a los partidos de la oposición. La oposición ha rechazado una oferta de diálogo del régimen de Bashar al-Assad si antes no se detiene el uso de la fuerza contra los manifestantes y se retiran los tanques de las calles. GARA
