César Arrondo Profesor de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Bildu: gobernar bien y consolidar la esperanza
Deberemos continuar trabajando en el día a día y «gobernar bien», para acallar a los agoreros de la desesperanza y cumplir con nuestras propuestas
Trascurridas las elecciones del 22 de mayo, y en el transcurso de un proceso de elección e instalación de las autoridades forales y municipales, podemos afirmar que el balance resulta por demás positivo. En tal sentido, la irrupción de Bildu como una concertación de izquierda, formada por independientes, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, la cual supo trasmitir al electorado una oferta nueva, valiente y esperanzadora, poniendo el valor la posibilidad de cristalizar todos los derechos que le corresponden al pueblo vasco.
Mucho se ha escrito y vacilado sobre la llegada de Bildu a las instituciones, desde su ilegalización previa a las elecciones del 22 M, como sobre la posibilidad. a partir de algunas composiciones matemáticas y alianzas de las minorías electorales, de poder arrebatarle el triunfo, sobre todo, en Donostia y Gipuzkoa. Mientras que ha sido Bildu quien extendió su mano, para que el PNV en Araba continuase en el poder de ese Territorio Histórico, sin exigir contrapartidas, más allá de algunos desplantes recibidos, como en Bizkaia, al momento de consti- tuirse la Mesa de la Juntas Generales. Pero lo que más nos interesa es el futuro, tomando como punto de partida, todo el trabajo que se ha realizado, sobre todo, en Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale, con el fin de concluir en esta concertación, que ha devuelto la ilusión a un importante porcentaje de la ciudadanía vasca.
En tal sentido, se deberá continuar trabajando en la consolidación de este nuevo espacio político, buscando consensos para resolver la situación de los presos vascos, garantizar el mantenimiento de nuestras singulares señas culturales, y continuar con la lucha por la legalización de Sortu y la libertad de Arnaldo Otegi, todo ello, en el marco de las vías pacíficas, civiles y democráticas.
Pero para que lo antes mencionado sea posible, deberemos continuar trabajando en el día a día, y «gobernar bien», con responsabilidad e imaginación, para que de esta manera, no solamente se pueda acallar a esos agoreros de la desesperanza, sino también cumplir con nuestras propuestas y programas, con el propósito que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan vivir con mayor calidad de vida y en una sociedad donde la libertad y la igualdad sean una realidad en el corto plazo.
En lo que respeta a Bildu, se deberán seguir tejiendo los mimbres entre diferentes, para consolidar y ampliar el espacio político, con un proyecto soberanista claro y potente y dialogar sobre este tema con otras fuerzas. Pero para que ello sea posible, se deberá hacer uso de algunas premisas fundamentales para la construcción de una organización política democrática, como son el respeto y la tolerancia. En tal sentido, se deberán establecer espacios de confianza, en el marco de las asambleas locales de Bildu, con el diseño de acciones políticas que sean superadoras de individualismos y personalismos.
Las asambleas locales de Bildu deben ser participativas y contenedoras de todas las ideas y proyectos, para poder avanzar hacia la construcción de una sociedad mejor y a la consecución de nuestros objetivos soberanistas. Este debe ser el comienzo de una nueva labor de Bildu de cara al futuro, que seguramente estará arropada por el accionar de sus buenos gobiernos y del mantenimiento firme de esta nueva esperanza, que han elegido el 22 de mayo, miles de vascas y vascos, quienes desean vivir en paz y libertad.