El colectivo de clientes de Kutxa Banatuz, que cuenta con doce consejeros en su asamblea, compareció ayer ante los medios de comunicación para mostrar su «enorme preocupación» por las consecuencias del proyecto de conversión de las cajas vascas en un banco, aprobado el pasado 30 de junio por los consejos de administración de Kutxa, BBK y Vital.

Luis Barinagarrementeria, que estuvo acompañado por los también consejeros Juan Mari Urruzola e Iñigo Jauregibarria, subrayó que «no podemos permitir que el único instrumento financiero de carácter social, con participación de la clientela, de los municipios y entidades fundadoras y hasta de la plantilla pase a ser un banco con intereses muy alejados a los que hicieron surgir las propias cajas de ahorro».

Reducción de fondos

En cuanto a la obra social, explicó que el proyecto de creación de Kutxa Bank sólo garantiza una aportación por un periodo de tres años, al tiempo que reduce sus fondos de forma significativa. «Si en el año 2009 se destinaron a obra social 29 millones de euros y en 2010 un total de 25 millones, en 2011, en caso de mantenerse los beneficios, esa cantidad se vería reducida a 10,5 millones, según el proyecto aprobado», precisó.

El consejero de Banatuz reiteró la necesidad de que se mantenga la obra social -que calificó como «pieza fundamental»- y apoyó por ello la campaña publicitaria que Kutxa está llevando a cabo en la actualidad para informar de los proyectos a los que se destinan los fondos de la obra social. «La campaña está muy bien, y eso es precisamente lo que queremos defender, una obra social que apoye a los guipuzcoanos que más lo necesitan, al estilo del fondo anti-crisis que se puso en marcha a iniciativa nuestra. Pero todo esto puede desaparecer», alertó.

Tras denunciar que el proceso de integración de las cajas se ha llevado a cabo sin consultar a las partes implicadas y sin abrir un debate al respecto, el representante de Banatuz defendió la necesidad de que los ciudadanos sean informados de sus consecuencias.

Anunció por ello que pondrán en marcha una recogida de firmas para que los guipuzcoanos «manifiesten que están contra la privatización y la reducción de la obra social» y como método de participación de la ciudadanía. «Kutxa es de los guipuzcoanos y no de una élite de políticos», subrayó.

La recogida de firmas se efectuará asimismo a través de una página web que se pondrá en funcionamiento en breve para extender la campaña a toda Gipuzkoa.

Preguntado por los periodistas por su posicionamiento en la asamblea que deberá ratificar en setiembre el proyecto aprobado por los consejos de administración, señaló que «si todo sigue igual, es previsible que nuestro voto sea negativo, porque queremos que se mantenga el espíritu de la Kutxa». Añadió, en cualquier caso, que lo que pueda ocurrir en dicha asamblea sigue siendo una «incógnita».