En el verano las cadenas buscan en los programas de sustitución lo más extravagante. Antes servía como tiempo de experimentación y de búsqueda de nuevos formatos o nuevos conductores. Ahora parece que se trata de hacer lo más cafre, lo más absurdo, lo más supuestamente refrescante. Cuatro, en su clara deriva telecinquera, ha estrenado dos programas de esta calaña, a primera hora de la tarde, «No le digas a mamá que trabajo en la tele», que tuvo como padrino al hijo de Isabel Pantoja, ese personaje audiovisual llamada Quico Rivera Pantoja, también conocido como Paquirrín, y que resultó ser de lo más normal de lo visto en sus primeras entregas, ya que buscan un humor grueso que no parece haber sido muy bien aceptado por las audiencias. La mamá del padrino está encantada de que su hijo haga tele.

Pero en la misma cadena, la culminación de la tarde veraniega es un programa infumable ,«Mójate», que se trata de lucir el cuerpo cuidado, por esfuerzo natural o por implantes quirúrgicos, primero de los dos estupendos y chillones presentadores, que recorren las costas malagueñas haciendo una especie de competición a base de bailar y mojarse, es decir, haciendo pura televisión de los inicios de Tele 5, con piscinas, un fondo compuesto por chicas en bikini y una novedad muy significativa, junto a ellas, están ellos, con sus cuerpos esculpidos, sus abdominales, sus tatuajes y sus vestuarios para marcar atributos. Da sofoquina, el lenguaje, el formato, el uso de las cámaras, por banal y descerebrado. Solo falta Jesús Gil y Gil, el difunto, para que las mamachichos resuciten ahora con papachichos para alegrar la visión a públicos femeninos o gays.

Pero la última noticia es que papá Alberto Oliart, después de conceder un buen contrato a la empresa de su hijo Pablo Oliart, presenta la dimisión como presidente del ente RTVE. Los últimos meses de su mandato han estado marcados por diferencias con el consejo de administración y con los sindicatos. Presentado como un nombramiento de consenso, ha sido el PP quien le ha estado bombardeando constantemente. Este colofón de aparente nepotismo ensombrece toda su gestión. Todos bajo sospechosa.