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SANFERMINAK

El champán se derrama en el suelo para recordar a los que siguen presos

Varios de los presos políticos navarros que han salido este año de la prisión fueron homenajeados ayer con un aurresku. El emotivo acto congregó a cientos de personas junto a las murallas de Iruñea y todos alzaron los vasos al unísono en recuerdo de quienes aún siguen en las cárceles y no pueden disfrutar de las fiestas. La botella de champán se vació sobre los adoquines de la capital navarra entre gritos exigiendo la amnistía de todos ellos.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

Momentos después de que el cohete resonara en el cielo de Iruñea dando rienda suelta a los sanfermines, cientos de personas se acercaron al Portal de Zumalakarregi para arropar a los presos navarros que han salido este año de la cárcel y mandar un abrazo a todos los que faltan. Ainara Bakedano, Itxaso Torregrosa, Mikel Pardo y Oier Zuñiga fueron los homenajeados, aunque hay otros presos navarros que han salido este año que no pudieron venir.

El discurso arrancó los primeros aplausos cuando anunciaron que una enorme pancarta reclamando el fin de la dispersión logró entrar en la plaza durante el chupinazo. «Hoy, 6 de julio, todo es alegría en Iruñea. Han empezado las fiestas más famosas del mundo, pero nosotros no queremos olvidar a los presos y a los refugiados que no pueden estar aquí con nosotros», proclamaron. «Ya está bien de que los Estados español y francés sigan con su guerra contra los presos vascos», anunciaron, para después exigir que se indulte inmediatamente y se saque fuera de las celdas a todos los presos enfermos y a los que se les ha aplicado, de forma encubierta, la cadena perpetua.

El orador fue interrumpido en varias ocasiones con gritos de «Presoak kalera, amnistia osoa» o «Jo ta ke», comprometiéndose todos los presentes a continuar peleando en favor de la excarcelación de todos los presos políticos hasta que no quede ninguno dentro de las cárceles.

Después del discurso, los presos que han recuperado la libertad levantaron sus copas para brindar y, después, derramaron el resto de la botella champán sobre los adoquines para, de esta forma, recordar a quienes no pudieron estar ayer en el arranque de las fiestas de Iruñea. Este acto simbólico se ha convertido ya en una de las tradiciones más emotivas de los sanfermines, aunque todos los que participan en el brindis, en el fondo, desean que sea la última vez que esa botella se vacía sobre el suelo.

Un momento duro en la cárcel

«Los sanfermines en la celda son una gran mierda», afirma Oier Zuñiga, que explica que el brindis es un momento «realmente emocionante y bonito». El ex preso recordó que, para los que están dentro de la cárcel, son unos días duros. «Se pasa mal cuando ves el chupinazo por la tele. A veces, organizas un pequeño almuerzo en el módulo y brindas con cerveza sin alcohol o con algún refresco», comenta. «Soy muy sanferminero y me levantaba todos los días para ver los encierros, pero hay otros que no pueden verlo, porque se les hace demasiado duro y no quieren torturarse a sí mismos», explica Zuñiga.

Entre quienes se acercaron al brindis se encontraban los parlamentarios Maiorga Ramírez y Bakartxo Ruiz, la ex edil de Iruñea, Mariné Pueyo, el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano y los concejales de Bildu Peio Martínez de Eulate y Eva Aranguren. Era difícil distinguir rostros conocidos, había muchísima gente, entre la que destacaba un indio con turbante rojo, al que habían traído para mostrar el alma reivindicativa que esconden las fiestas de Iruñea.

 

APLAUSOS

Los que participaron en el brindis por los presos rompieron en aplausos cuando anunciaron que una pancarta en favor de la amnistía se había desplegado en la plaza del Ayuntamiento durante el chupinazo.

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