Sólo PSE y PP apoyaron su moción de condena a ETA presentada en Ermua
GARA | ERMUA
Las mociones de condena a ETA impulsadas por el PP con el objetivo declarado de poner en cuestión el compromiso de Bildu por las vías exclusivamente pacíficas han tenido como primera etapa el Ayuntamiento de Ermua. El Pleno de este municipio vizcaíno aprobó ayer, con los únicos votos de PSE y PP, una moción conjunta de ambas formaciones en la que se expresa su «condena, rechazo y repulsa a todos y cada uno de los 857 asesinatos» que atribuyen a ETA, además de exigir «la disolución definitiva e incondicional» de esta organización y «la entrega de las armas y la puesta a disposición de la Justicia de los miembros de la banda».
En esta legislatura, la Corporación ermuarra está integrada por 7 ediles del PSE -con Carlos Totorika como alcalde-, 4 del PP -ayer sólo asistieron tres-, 3 de Bildu, 2 del PNV y uno de EB.
El PNV se abstuvo y también EB, que presentó una enmienda. Bildu, como ya anunció, no participó en la votación.
En la moción aprobada por PSE y PP se señala que los ciudadanos «tenemos derecho a convivir en paz y en libertad sin la amenaza del totalitarismo, de la violencia y de la exclusión», añadiendo que «el final del terrorismo y la consecución de la paz es un objetivo prioritario de la sociedad vasca y de las instituciones que la representan».
Se insta a recordar «a todas las víctimas del terrorismo sin excepción, a las víctimas del terror de ETA, el único grupo terrorista que todavía hoy amenaza la convivencia entre los vascos, pero también a las víctimas provocadas por otros grupos terroristas que, si bien hoy son pasado, originaron un sufrimiento que merece el mismo reconocimiento y reparación».
Bildu: «No hay vuelta atrás»
Por su parte, Bildu, a través de un texto que no fue sometido a votación, propuso al resto de grupos municipales que trabajen «en común» y «sin exclusiones ni vetos» para definir «el papel y la aportación de los ayuntamientos en el camino hacia la paz». La coalición soberanista y de izquierdas se mostró convencida de que «la sociedad ha decidido construir la paz y esta decisión no tiene vuelta atrás».
La enmienda presentada por EB pedía a todas las fuerzas políticas que «contribuyan a lograr un marco de convivencia plural en Euskadi, una vez se supere la presión y la amenaza de ETA». E instaba a reprobar «la historia de terror y dolor que ha soportado la sociedad vasca por la utilización de la violencia para imponer proyectos políticos, tanto por parte de ETA como de otros grupos terroristas, como el GAL o el BVE, y también por parte del Estado durante la dictadura franquista».