Los rebeldes libios tomaron ayer el control de la aldea de Qwualeesh, a poco más de medio centenar de kilómetros de Trípoli y capturaron a un número indeterminado de soldados del Ejército libio que identificaron como mercenarios procedentes de Ghana y de Mali.

La conquista de esta posición en el desierto tiene lugar horas después de que anunciaran el inicio de una ofensiva general que tiene como objetivo, desde las montañas del noroeste del país, tomar bajo control dos enclaves estratégicos a fin de hacer avanzar la línea del frente hacia la capital libia. Desde Qwualeesh, el objetivo es la localidad de Garyan, donde se hallarían las guarniciones del Ejército libio que protegen Trípoli. El segundo objetivo, más al norte, sería conquistar Bir al-Ghanam, un cruce de carreteras que les pondría a tiro de la ciudad.

Luz verde de la OTAN

«Esta mañana hemos recibido finalmente luz verde de la OTAN y la ofensiva ha comenzado», anunció un miembro del Comité Revolucionario de Zenten.

Aviones aliados sobrevolaban en todo momento la zona y daban cobertura área con vuelos rasantes a los rebeldes. La OTAN anunció haber destruido ayer mismo media docena de vehículos militares, entre ellos cuatro carros de combate, del Ejército del régimen en Garyan.

Los rebeldes, atrincherados hasta ahora en las montañas bereberes de Nafussa, recibieron por aire la semana pasada armamento pesado del Ejército francés. Lograron asimismo arrebatar al régimen un importante depósito de armas en una zona desértica 25 kilómetros al sur de Zenten.

Tras la filtración del suministro de armamento francés a los rebeldes -no recogido, en ningún caso, en la resolución 1.973 de la ONU que dio pie a la intervención de la OTAN-, París ha detenido oficialmente sus envíos en medio del malestar generado en el seno de algunos aliados -reservas británicas incluidas-, y de las críticas de los países que se oponen a la agresión militar, entre ellas de Rusia.

Paralelamente, los rebeldes anunciaron una ofensiva simultánea desde el enclave de Misrata, desde donde habrían avanzado 20 kilómetros hacia el oeste en su camino hacia Trípoli. Este extremo no pudo ser confirmado por la agencia Reuters.

La OTAN anunció haber lanzado ataques contra una pieza de aetillería y un tanque en Misrata, así como un centro de mando en Brega y otros objetivos en Sirte y Waddan.