Enrique Maya se estrenó ayer como alcalde en Iruñea. Es cierto que lleva ya unas semanas gobernando y que ha tomado decisiones, como no incluir al PSN en su equipo de gobierno o prohibir los actos de Gora Iruñea! Pero realmente se graduó como alcalde cuando ayer prendió el cohete que dio inicio a las fiestas de San Fermín.

La pugna por invisibilizar la ikurriña no se vivió sólo en el exterior de la Plaza Consistorial, sino también en el interior de la Casa del Ayuntamiento. Agentes de la Policía Municipal vigilaban de cerca a los ediles de Bildu cada vez que se acercaban a una ventana, con el objetivo de impedir que mostrasen la tricolor desde la balconada.

Era un marcaje férreo. Hombre a hombre y mujer a mujer. Movimiento que Arantza Oskoz, edil de Bildu, hacía, municipal uniformada que tenía detrás. A su compañero de grupo Peio Martínez de Eulate, en cambio, le seguía de cerca un agente de paisano.

Finalmente, los ediles abertzales optaron por no sacar ninguna ikurriña, sino por posar con pañuelicos con la bandera nacional después de que el cohete fuera lanzado. Vista que la reivindicación de la ikurriña había quedado reflejada en la calle, no era preciso seguir insistiendo en el interior.

El surrealismo alcanzó su cima cuando uno de los agentes que vigilaban a los concejales de Bildu les dio las gracias por «haberse comportado». La edil Eva Aranguren mostró su estupefacción ante lo que consideraba una situación completamente absurda.

Quien sí pudo mostrar la ikurriña fue la ex edil de ANV Mariné Pueyo, que acudió al chupinazo con su ya casi clásica camiseta con los colores de la enseña vasca.

También defendió su adscripción nacional, la española, la concejal de UPN Paz Prieto, que llevaba un bolso rojigualdo.

Durante el chupinazo, el Ayuntamiento de Iruñea se convierte en un cónclave de la actividad política en Euskal Herria. La representación de Bildu estuvo encabezada por el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y los parlamentarios Maiorga Ramírez y Bakartxo Ruiz.

Por parte de UPN y PSN destacó la presencia del nuevo Gobierno navarra, con la ex alcaldesa Yolanda Barcina y el vicepresidente Roberto Jiménez al frente, secundados por varios consejeros. El eurodiputado del PP Pablo Zalba también estuvo presente en el chupinazo.

Entre las ausencias, la más comentada fue la de la ministra española de Sanidad, Leire Pajín, que había anunciado su asistencia. Quizás se echó para atrás debido a la polémica sobre sus vacaciones en un centro público de Menorca.

Fuera del ámbito político, también acudió al Ayuntamiento John Patrick Hemingway, nieto de Ernest Hemingway, autor de la novela «Fiesta».