SU CAMPAÑA | FERNANDO G. MACUA
Se ha tomado la campaña como algo personal
J.V. | BILBO
Fernando García Macua sabe que no cae simpático, por mucho que invite a tomarse unas cañas con él a quien quiera conocer su otro lado. Es un gestor. Y, curiosamente, la óptima gestión que enarbola en estos cuatro años no le ha servido para llevarse de calle una elecciones que hace tres meses tenía ganadas. En esta campaña ha pasado de dominar a verse dominado. Y quizá por ello ha terminado pareciendo que se ha tomado la existencia de una alternativa como algo personal. No ha dudado, cuando se vio superado y sorprendido en el recuento de los avales, en volverse más beligerante hacia sus rivales y cargar contra todos y contra todo. Ha echado el resto y, sin embargo, da la impresión de que no ha sido suficiente. Su inesperada imputación por un delito fiscal, más que hacer mella, le ha envalentonado, y no parece que vaya a incidir en sus potenciales votantes. Si a eso de la medianoche de hoy no es reelegido, se sentirá muy defraudado, seguramente no con él mismo, sino con esa mayoritaria masa social.