El asturiano Fernando Alonso concedió en el circuito británico de Silverstone la primera victoria de la temporada a Ferrari. Lo hizo en una carrera en la que se vio claramente beneficiado por un error de Red Bull en el cambio de neumáticos de Sebastian Vettel, cuando el alemán lideraba el Gran Premio, y por el tapón que hizo acto seguido Lewis Hamilton (McLaren) al primer clasificado del Mundial.

Lo cierto es que la carrera que se pudo presenciar en el circuito inglés bien se podría comparar directamente con el juego de mesa conocido hoy en día con el nombre de «Risk» que, creado en 1950, tiene como objetivo principal conquistar el mundo. Trasladado a la presente temporada de Fómula Uno, Fernando Alonso ganó una batalla de cara a la clasificación mundial que lidera Vettel, y lo hizo con la alianza de los mecánicos de Red Bull y el británico Lewis Hamilton.

Al margen de la asociación de la que se vio beneficiado el piloto asturiano, la carrera comenzó y finalizó con dos acontecimientos muy curiosos. En ambas circunstancias Sebastian Vettel y Mark Webber, ambos de la escudería austríaca de Red Bull, fueron los protagonistas, como se verá en las próximas líneas.

El primer suceso ocurrió nada más darse la salida. Vettel logró adelantar de manera muy cómoda a Webber, que el día anterior había logrado la pole. El alemán salía desde la zona limpia y más seca de la pista -antes del Gran Premio había llovido- y ello le ayudó a adelantar al piloto australiano. Aunque también se podía haber tomado ese hecho como estrategia de equipo, porque en las primeras vueltas Webber frenó a un Alonso que venía con un ritmo muy fuerte, mientras que Vettel consiguió unos importantes y valiosos segundos de ventaja.

La torpeza beneficia a Alonso

Todo iba sobre ruedas para el líder del Mundial. Hasta que se produjo la primera alianza entre su equipo y Fernando Alonso -sin intención, pero resultó algo curioso-. La carrera se encontraba en la vuelta 27. Vettel dominaba con tranquilidad dentro de la pista, aunque veía cómo la ventaja que tenía respecto al piloto asturiano se iba reduciendo considerablemente. Unos pocos metros los separaban cuando el alemán decidió entrar a boxes por segunda vez para cambiar sus neumáticos. El asturiano copió la estrategia y también aprovechó para poner otro juego de ruedas.

La tensión era máxima entre los mecánicos, tanto que el neumático izquierdo trasero del Red Bull se quedó enganchado, lo que provocó que la escudería perdiese más tiempo de lo esperado en el cambio. Ferrari lo aprovechó a la perfección y logró colocar en pista a Alonso por delante del alemán.

Visto que el ritmo del piloto español era mayor, Vettel se tuvo que dedicar a guardar la segunda posición. Y no lo tuvo sencillo, ya que por detrás su compañero Webber se iba acercando de manera fulminante hasta que se le pegó a la parte trasera de su monoplaza.

La emoción volvió a crecer en las vueltas finales de la carrera. Sin duda, el australiano era más veloz, pero la estrategia de equipo volvió a relucir como por arte de magia. Webber hizo un amago de adelantamiento por la parte de fuera en una curva. En la televisión no se apreció lo que en ese momento comentó el propio piloto por su radio, pero lo cierto es que frenó en su empeño de adelantar a Vettel. Era la última vuelta, y las posiciones no cambiaron: Alonso saludó a su mecánicos, Vettel llegaba seguido, a 16.5 segundos, y Webber completaba el podio.

Hamilton-Massa, duelo de altura

A pesar de que esas tres primeras posiciones ya estaban resueltas, por detrás las cosas llegaban muy pero que muy interesantes y emocionantes. Lewis Hamilton y Felipe Massa (Ferrari) justificaron el precio pagado por la entrada en un Silverstone a rebosar con 105.000 espectadores. Ambos lucharon cuerpo a cuerpo con sus monoplazas por hacerse con la cuarta posición. Es más que conocido que el británico es uno de los pilotos más agresivos de la parrilla. Y en ese último giro lo volvió a demostrar con el brasileño.

El de McLaren realizó una maniobra con toque al de Ferrari, le arrebató la cuarta plaza y en la última curva antes de cruzar la línea de meta el brasileño, incluso, acabó fuera de pista, aunque pudo reincorporarse para finalizar en la quinta posición final.

Intrigante fue también la carrera del mexicano Sergio Pérez, que se peleó con todos los que se le plantaron delante, aunque finalmente no pudo superar al alemán Nico Rosberg (sexto), y acabó con una meritoria séptima posición final.

Por su parte, el catalán Jaime Alguersuari (Toro Rosso) volvió a completar una carrera en los puntos. Acabó décimo, después de los dos octavos lugares en Canadá y Valencia. Este punto en Silverstone le permite superar a su compañero Sebastien Buemi en la clasificación general, una guerra deportiva interna que tienen ambos por la posible plaza libre que pueda quedar el año que viene en Red Bull.

Cabe destacar el debut del piloto australiano Daniel Ricciardo (Hispania), que pudo finalizar la carrera, aunque fuese en la última posición. Entre los cinco que no pudieron completar el GP se encuentra el británico Jenson Button (McLaren), quien se quedó clavado tras la salida del pit lane porque no le atornillaron bien la rueda derecha delantera. Sin duda, un mal final para este piloto que corría en casa y ve cómo se aleja un poco más del liderato del Mundial.