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TOUR 2011 Las desgracias se ceban con los favoritos y con la representación vasca, que perdió ayer a Garate y Txurruka

Las caídas condicionan la carrera

La caída y posterior abandono de Vinokourov, Vandenbroeck, Zabriskie y Willems a cien kilómetros de meta detuvo la marcha del pelotón y permitió la victoria de Luis León Sánchez y el liderato de Voeckler. Un coche impidió a Flecha y Hoogerland disputar la etapa.

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Joseba ITURRIA |

Las primeras semanas de todas las ediciones del Tour siempre se han caracterizado por las caídas, pero nunca la carrera ha estado tan condicionada por la desgracia, que ayer eliminó a dos favoritos más, Vinokourov y Vandenbroeck, y a otros dos vascos. Juanma Garate no pudo salir por las secuelas de la caída del miércoles y el gafe que persigue a Amets Txurruka en los últimos años le obligó al abandono con la clavícula izquierda rota tras una caída que se registró en el kilómetro 40.

El bravo corredor del Euskaltel afrontaba el Tour con todas las precauciones posibles, sin asumir riesgos, porque en las últimas dos participaciones se había visto obligado al abandono por caídas. La víspera no quiso arriesgar y dejó escapar a Tiralongo y Vinokourov en el descenso, pero ayer cuando iba en una zona sin riesgo tuvo la desgracia de que Zubeldia cayó delante suyo sin poder evitarlo.

Amets Txurruka fue trasladado al hospital de Saint Flour, donde se apreció una rotura en su clavícula. Pero como ya se le había roto el año pasado, los responsables de Euskaltel esperan a que el corredor vuelva a Euskal Herria para someterle a más pruebas que determinen la lesión exacta. Su baja se sumó a la de Juanma Garate, que no pudo salir ayer, y a las de Iván Velasco y Beñat Intxausti, con lo que sólo siguen diez de los catorce vascos que tomaron la salida hace nueve días en Vendée.

Sigue la eliminación de favoritos

Además de con los vascos, las desgracias se han cebado con los favoritos porque la mayoría de las caídas se registran en las posiciones delanteras del pelotón. La más importante de ayer se produjo a cien kilómetros de meta en el descenso del col du Pas de Peyrol. Se cayó una treintena de corredores y el más perjudicado fue Vinokourov.

El kazajo sufrió una fractura del fémur derecho que quizás pudo poner fin a su carrera deportiva. Tenía pensado retirarse al final de este año para ser manager en el Astana y la lesión es importante. Fue trasladado en helicóptero a París para ser operado anoche por un especialista. Astana ya tiene tocado a su otro hombre fuerte, Kreuziger, por otra caída.

También Omega se quedó sin su líder para la general, Vandenbroeck -con una fractura del omóplato-, y sin Willems, con fractura de clavícula. Garmin perdió a Zabriskie con una probable fractura en una muñeca. Con él, se cayó su líder Vandevelde y Klöden, el único hombre fuerte del Radio Shack que huía de la desgracia y que sufrió un fuerte golpe en la espalda. Pero los dos siguen en carrera.

Antes se había vuelto a caer Contador, que en el repecho final transmitió una sensación de debilidad al costarle seguir la aceleración de Gilbert y Evans. No perdió ningún segundo, tampoco Samuel Sánchez.

El colmo de los accidentes

Por si eran pocas las desgracias, un vehículo de Euromedia, la empresa que hace la producción de la señal televisiva en el Tour, golpeó y derribó a Flecha (Sky), que en su caída arrastró a Hoogerland (Vacansoleil), dos de los integrantes de la fuga que llegó a meta y que no pudieron disputar la etapa. La dirección de la prueba y los comisarios expulsaron del Tour al vehículo y al piloto por un accidente que se suma al del miércoles, en el que una moto derribó a Niki Sorensen (Saxo Bank) y arrastró durante un kilómetro su bicicleta.

Todos estos accidentes condicionan la carrera, porque la deja sin varios de sus mejores corredores y otros continúan, pero muy tocados. Ayer la fuga estaba totalmente controlada por el Omega, que no dejaba que pudiera superar los tres minutos con la intención de lograr la victoria con Gilbert en el repecho final. Pero tras la caída los gallos del pelotón decidieron parar al grupo y la distancia aumentó hasta los 7:30. Luego Omega sólo tenía dos corredores para tirar y, aunque Garmin trabajó al final, cuando comprobó que Vandevelde estaba recuperado, para defender el maillot de Hushovd, pronto se dieron cuenta todos de que la etapa y el maillot amarillo estaban en la fuga.

Voeckler priorizó el liderato y asumió la mayor parte del trabajo del trío que quedó en cabeza y Luis León Sánchez fue más fuerte que Casar en el sprint, que no pudo ni con el nuevo líder.

Dos estrellas del mercado con una actitud bien distinta

Los protagonistas deportivos de la jornada, Luis León Sánchez y Thomas Voeckler, lo fueron también en el mercado en la segunda mitad de la pasada temporada. Eusebio Unzue no conseguía cerrar un sponsor y en el Tour Luis León Sánchez decidió no esperar más y aceptar el gran contrato que le ofrecía Rabobank, que buscaba un segundo líder para cubrir la baja de Menchov. Al murciano le ha costado mucho adaptarse al equipo holandés. No habla una palabra de inglés y se ha tenido que agarrar a Garate, Freire y Barredo para superar el aislamiento en el que se encontraba. Eso se tradujo en un bajo rendimiento durante toda la temporada. En las concentraciones del bloque del Tour era el que peor estaba e incluso estuvo en duda su presencia en el nueve definitivo. Al final entró y logró su tercera victoria en el Tour, su único buen resultado del año junto al campeonato español de contrarreloj.

Thomas Voeckler optó por esperar hasta el final de temporada para dar a Jean René Bernaudeau un argumento para intentar convencer al sponsor que buscaba. Cuando ya se habían pasado todos los plazos que se tomaba el corredor y estaba a punto de firmar por Cofidis, Bernaudeau consiguió convencer a Europcar y Voeckler fue fiel al equipo que le hizo corredor desde que con 17 años llegó a Les Essarts, la ciudad del Vendée donde el equipo acoge a sus corredores de las categorías inferiores. Dicen incluso que Cofidis le ofrecía 800.000 euros y que firmó por Europcar por 400.000, aunque casi gana otro tanto con sus contratos de imagen. Es el corredor francés más popular y este año además es el que mejores resultados suma. Ayer prefirió volver a vestir el maillot amarillo -lo lució 9 días en 2004- que optar a su novena victoria de esta temporada. J. I.

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