GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

Repetición del juicio contra Arnaldo Otegi

La fiscal insiste en encarcelar a Otegi por comparar a «Gatza» con Mandela

¿Se puede considerar «enaltecimiento del terrorismo» comparar a un militante de ETA preso con Nelson Mandela? ¿Y se pueden pedir dieciocho meses de cárcel para un dirigente político por ello? Eso fue lo que volvió a ocurrir ayer en la repetición del juicio contra Arnaldo Otegi por su participación en un acto por la libertad de José María Sagardui, «Gatza», prisionero que cuando se produjeron los hechos llevaba 25 años encarcelado y que hoy ya está en libertad.

p005_f01.jpg

Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Javier Gómez Bermúdez no es Ángela Murillo y sus formas al presidir un tribunal también son diferentes. Por eso la repetición del juicio a Arnaldo Otegi por su participación en un acto por la libertad de José María Sagardui, Gatza, tuvo un discurrir distinto, pero no dejó de ser una repetición. Hasta tal punto que la fiscal, Blanca Rodríguez, volvió por caminos ya transitados en enero de 2010, y sigue sin conocer la historia reciente de Sudáfrica.

La Fiscalía solicita 18 meses de cárcel y 14 años de inhabilitación absoluta contra Arnaldo Otegi porque considera que el líder independentista pretendió «exaltar y elogiar a un preso de ETA y, comparándolo con el líder mundial Nelson Mandela, convertirlo en un referente y un modelo a imitar».

En verano de 2005, cuando se produjeron los hechos, Gatza llevaba 25 años en prisión, y Otegi explicó que al compararle con Mandela, no lo hizo por la similitud de sus trayectorias, sino por el largo tiempo que llevaba encarcelado y para denunciar «una situación totalmente enquistada, como la africana».

Pero la fiscal, como la jueza Ángela Murillo, tienen una visión distorsionada de Nelson Mandela, de quien dicen que estuvo en prisión por «motivos ideológicos» y que «jamás utilizó la violencia». Jone Goirizelaia tuvo que echar mano de una enciclopedia para poner las cosas en su sitio.

La dureza de la cárcel

Otegi volvió a explicar que intervino en el acto a petición de la familia de Sagardui -como ayer volvió a ratificar su esposa- y que como líder de la izquierda abertzale pretendía darle realce político. «Creo que habría que visitar las cárceles y saber lo que son 24 horas en una cárcel para que todo el mundo se diera cuenta de con qué ligereza a veces se habla (de ello)», manifestó. Es decir, pretendía denunciar que consideraba «cruel» que una persona llevara 25 años en prisión.

Llamativamente, la fiscal, Blanca Rodríguez, pretendió contrarrestar esta afirmación de Otegi y en su informe se preguntó si «¿No es más duro perder a un familiar? ¿No es más duro estar en un cementerio que en la cárcel?».

Pero la cuestión es que la Fiscalía debía defender su acusación de «enaltecimiento» y su conclusión fue que lo que definió como «homenaje» no fue aislado, sino que «se enmarca en los actos propiciados por ETA en el verano de 2005 en beneficio, loa y alabanza de sus presos políticos», como es el caso de Sagardui, que ha cumplido condena por varias muertes y a quien Otegi hizo «aparecer como un héroe», justificando de esta forma «todos los métodos violentos utilizados» por la organización armada.

En este punto, la fiscal tiene en su contra que el resto de las personas que en su día fueron juzgadas junto a Otegi ya fueron absueltas, por lo que sólo puede basarse en las referencias a su discurso para buscar una condena. Y, por otra parte, el dirigente independentista ya explicó ayer que el acto se celebró a las puertas de un proceso negociador con el Gobierno español y que, si nunca en sus intervenciones había hecho «un llamamiento a la acción violenta», en esas circunstancias no tenía sentido «plantear cualquier tipo de enaltecimiento».

El juicio quedó, en una mañana, visto para sentencia.

repetición

Este juicio fue repetición de otro en el que Ángela Murillo condenó a Otegi a dos años de cárcel y después el Tribunal Supremo estableció que la jueza había evidenciado su falta de imparcialidad durante la celebración de la vista.

Enciclopedia

La abogada Jone Goirizelaia tuvo que recurrir al texto de una enciclopedia para sacar a la Fiscalía de su visión equivocada de la figura política de Nelson Mandela, fundador de la organización armada Umkhonto we Sizwe.

La izquierda abertzale exige poder ejercer su actividad política sin persecución

Con motivo de este nuevo juicio al líder independentista Arnaldo Otegi, la izquierda abertzale exigió poder llevar a cabo su actividad política «sin ningún tipo de persecución». Tasio Erkizia declaró ayer que «cuando no ha pasado ni una semana desde la finalización del juicio denominado Bateragune, nos encontramos una vez más con un juicio político en el que Arnaldo Otegi se vuelve a sentar en el banquillo».

Erkizia manifestó que mientras la sociedad «reclama compromisos y actitudes constructivas para hallar soluciones definitivas», este tipo de juicios pretende bloquear la apertura de una nueva fase política.

En estas circunstancias, la izquierda abertzale «exige el fin de los juicios políticos contra militantes y actividades políticas. Asimismo, exigimos que la izquierda abertzale y su militancia puedan realizar su actividad política sin ningún tipo de persecución y en igualdad de condiciones. Es decir, exigimos la legalización de la izquierda abertzale», concluyó. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo