Los civiles afganos, entre las bombas de la OTAN y la ofensiva talibán
Pese a la dificultad de discernir con claridad, en un escenario de guerra contra la ocupación como el afgano, entre civiles, insurgentes y colaboracionistas, no hay duda de que son los civiles, el pueblo afgano, las primeras víctimas de un conflicto que Occidente sólo mide en función de sus propias bajas militares y del coste que supone la operación. Sin olvidar que la legislación internacional obliga a los ocupantes a garantizar la seguridad de la población ocupada.GARA |
Sólo durante los seis primeros meses del año han muerto 1.500 civiles afganos, según los cálculos de la ONU, lo que, al margen de la mecánica del recuento de la misión de Naciones Unidas, confirma la degradación de la situación en Afganistán justo en el momento en el que todos los aliados ultiman sus planes de repliegue de cara a una retirada definitiva para 2014.
Según el último informe de la UNAMA, 1.462 civiles han muerto entre enero y junio en el marco de la guerra, un incremento del 15% sobre el mismo período en 2010. La cifra de heridos en ese intervalo es de 2.144.
El año pasado fue, con 2.777 muertos, el más mortífero para los civiles desde el inicio de la agresión occidental a Afganistán, a finales de 2001.
Inseguridad total
«La violencia ha aumentado con la transferencia de la seguridad a las fuerzas afganas. Los grupos antigubernamentales quieren mostrar que las fuerzas afganas no pueden mantener la seguridad por sí mismas», asegura el informe.
El estudio imputa a la insurgencia el 80% de las muertes de civiles, por el 14% a las fuerzas ocupantes. Deja sin atribuir un 6% de las víctimas mortales civiles en un contexto, por otro lado, marcado por la difusa frontera entre civiles, insurgentes y colaboracionistas nativos que caracteriza a toda resistencia contra una ocupación.
Ayer mismo, tres personas, presentadas como civiles, murieron en un atentado contra una ceremonia en homenaje al hermanastro del presidente y hombre fuerte del régimen en Kandahar. A la ceremonia asistían varios ministros que habrían resultado ilesos.
Coincidiendo con este atentado, las autoridades colaboracionistas de la provincia de Jost informaron de que la OTAN mató a otros seis civiles en un bombardeo. La fuerza aliada (ISAF) lo negó tajantemente e identificó a los muertos como militantes yihadistas. ¿Qué son para la misión de la ONU?
La muerte del hermanastro del presidente Karzai es un mensaje a las minorías del país (uzbekos, tayikos y hazaras) de que los ocupantes son incapaces de proteger al más poderoso del clan pastún de los Polpazai, al que pertenece la familia de los Karzai.
El tradicional desfile militar del 14 de Julio en París, que en principio debía celebrar el retorno de los militares de misiones internacionales (Costa de Marfil, Afganistán), se vio ensombrecido por la muerte la víspera de cinco soldados franceses en un atentado suicida durante una shura (asamblea de notables) en el valle de Tagab, en la provincia de Kalpisa (nordeste de Kabul).
Tras la parada militar, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presidió una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad para debatir medidas de seguridad durante el período de transición que se abre con el repliegue progresivo de las tropas francesas de Afganistán.
No había acabado la reunión cuando la Presidencia anunció la muerte de un sexto soldado, un comando de la marina, en un enfrentamiento en Kalpisa.
Sarkozy insistió en rechazar una aceleración de la retirada de las tropas (una cuarte parte abandonará el país antes de que termine 2012), tal y como exige la oposición socialdemócrata del PS, mientras la prensa gala mostraba su inquietud por el cenagal afgano.
«Hace falta que el Ejército francés se adapte a las nuevas condiciones hasta nuestra salida total», señaló, en referencia a los planes de abandonar el país en 2014.
El presidente francés presidió el desfile en el que participaron más de 5.000 soldados, decenas de carros de combate y 84 helicópteros y aviones, incluidos varios cazas, que sobrevolaron los Campos Elíseos y dedicó el 14 de julio a los soldados caidos en combate.
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