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TOUR 2011 • Andy Schleck se quedó bloqueado en la última bajada por el mal tiempo y perdió más de un minuto ante sus principales rivales

Evans refuerza su candidatura

La llegada a Gap marcó unas diferencias inesperadas y sólo Contador, que lanzó la batalla, y Samuel aguantaron al australiano.

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Joseba ITURRIA | GAP

Cadel Evans reforzó su candidatura al triunfo en el Tour tras ser el más fuerte en una llegada a Gap que marcó unas diferencias inesperadas. Alberto Contador lanzó dos duros ataques en la última subida al col de Manse y sólo el australiano y Samuel Sánchez pudieron seguirle para sacar en meta una veintena de segundos al líder Voeckler y Frank Schleck, 50 a Basso y más de un minuto a Andy Schleck.

Evans no se limita a defender su posición de cara a la crono de Grenoble y quiso sacar tiempo a todos los favoritos. Cuando vio que sólo él y Samuel aguantaban los ataques de Contador, aceleró y se lanzó en el descenso de La Manse sin que Samuel y Contador pudieran atraparle.

Por detrás, Andy Schleck se quedó bloqueado en el descenso en el que se cayó Joseba Beloki en 2004 y fue superado por una veintena de ciclistas y necesitó del apoyo de Monfort para limitar su pérdida de tiempo.   

El día anterior se debatía entre quién de los dos hermanos debía sacrificarse para atacar a Evans y ayer Contador no esperó ataques de otros. Pasan los días y lejos de quitarle distancia al líder del BMC, las aumenta conforme crece su sensación de un favoritismo que sólo necesita pasar la prueba de algodón de los Alpes, donde habrá más ataques y dureza que en Pirineos.

Una etapa muy dura

La etapa resultó más determinante de lo que cabía prever porque fue muy dura. La lluvia y el frío –11º– endurecieron la parte final y la inicial fue terrible porque casi tardó dos horas y 91 kilómetros en formarse la escapada. La media de Hushovd, que logró su segunda victoria en este Tour y la cuarta de Garmin, fue superior a los 46 kilómetros por hora, con un cuarto de hora de adelanto al mejor horario previsto a pesar de que la mayor parte del recorrido era con una trayectoria ascendente.

En las dos primeras horas el pelotón rodó casi a 50 por hora con constantes ataques que no cuajaban. Cuando parecía formada una fuga en la que entraron Gorka Izagirre y Zandio, Sky decidió anularla porque se metieron dos de los rivales de Urán en la lucha por el maillot blanco, Jeannesson y Coppel.

Euskaltel volvió a entrar en una fuga buena con la presencia de Alan Pérez junto al infatigable Jeremy Roy (FDJ) –sexta fuga en este Tour– junto a corredores del nivel de Martin (HTC), Boasson Hagen (Sky), Hushovd y Hesjedal (Garmin), Devenyns (Quick), Grivko (Astana), Marcato (Vacansoleil) e Ignatiev (Katusha). Tuvieron el permiso del pelotón y pronto cogieron una renta de seis minutos que les permitió disputarse la victoria.

En la subida al último puerto de Manse se quedaron por delante Hesjedal, Hushovd y Boasson Hagen y el Garmin hizo valer su superioridad numérica y el campeón del mundo logró la victoria al sprint. Alan Pérez llegó a meta en sexto lugar.

Pero el interés de la etapa se centró en el último puerto de Segunda que se coronaba a once de meta. Empezaron los movimientos del BMC y Contador lanzó un primer ataque desde lejos y le respondió Cancellara. El madrileño insistió y respondió Andy Schleck, pero cedió y luego se quedó bloqueado y empezó a perder posiciones. No es un gran bajador, pero además el mal tiempo le perjudica tanto como beneficia a Evans y eso puede ayudarle en los próximos días en las etapas alpinas.

También a Samuel Sánchez le beneficia el tiempo que se vive en el Tour. Ya está quinto a 23 segundos de Andy Schleck y a 3:26 de un Voeckler que no cede, aunque la dureza de la carrera, la climatología y los Alpes pueden provocar grandes vuelcos.

Pendientes de la nieve en las etapas alpinas

El Tour pasa hoy a Italia con una etapa entre Gap y Pinerolo de 179 kilómetros en la que el puerto más duro, Sestrieres, queda a 62 de meta. Pero después de lo visto ayer se puede esperar ataques en una llegada muy similar con un puerto de Segunda, Pramartino, a sólo ocho kilómetros de meta. Tiene rampas duras con un kilómetro al 11%. Las previsiones meteorológicas apuntan a que no va a llover en la parte final y prevén temperaturas de entre 15 y 20 grados, por lo que los corredores no tendrán las condiciones de ayer.

Más problemas se esperan para el Galibier, donde la nieve obligó a desalojar el domingo a los participantes en una marcha cicloturista. Las previsiones hablan de que se esperan para mañana entre -2 y -8 grados. La cima, prevista como llegada mañana, está a 2.645 metros de altitud, y ayer el director de la prueba, Jean François Pescheux, trasmitía dudas sobre la celebración de la etapa: «Hay que esperar porque esto cambia rápido. Puede nevar a la noche y al día siguiente se puede subir. Iremos analizando hora por hora la evolución de la situación, pero por mi parte creo que no habrá problemas, aunque se puede modificar el trazado de la etapa y la llegada. Tenemos un plan B y un plan C». El Galibier era el eje del programa alpino para festejar el primer centenario de su paso por el alto y se iba a subir mañana y pasado y las dos etapas están en interrogante.

Pescheux recordó que en 1996 había nieve en la cima del Galibier y los ciclistas tuvieron que ir en coche. Fue un Tour marcado por las condiciones climatológicas que  ayudaron a Riis a acabar con la hegemonía de Indurain. Ese día se suspendieron por la nieve las subidas de Galibier e Iseran y la etapa se redujo a 46 kilómetros con final en Sestrieres, donde el ahora director del Saxo Bank ganó la etapa y logró el maillot amarillo. Joseba ITURRIA

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