tour 2011 • Sólo Markel Irizar y, en menor medida, Imanol Erviti transmiten una valoración negativa
Los corredores y directores vascos realizan un balance muy positivo de la carrera
Los seis ciclistas de Euskaltel destacan la importancia de los logros de Samuel y el gran trabajo realizado
por todo el equipo. Haimar Zubeldia, contento con su respuesta, pero triste por las caídas de sus líderes.
Joseba ITURRIA |
La salida de ayer era el momento para realizar el balance entre los ciclistas y directores vascos, aunque el caos que motivó que los equipos tardaran más de dos horas y media en recorrer los 60 kilómetros que separan Alpe d’Huez de Grenoble dificultaba la labor de hablar con los protagonistas. Los primeros llegaron justos para salir. Ventoso, por ejemplo, salió después de su hora tras cambiarse en el camino, bajarse y tomar la salida.
Los más satisfechos eran los vascos de Euskaltel, que destacan que Samuel ha logrado los objetivos y los demás han cumplido a la perfección su trabajo. También Egoi Martínez y Gorka Verdugo, que han destacado menos, pero han sido los escuderos de Samuel.
Egoi explica que «ha sido un Tour diferente, sin libertad para moverme. No se me ha visto, porque me ha tocado estar cerca de Samuel, pero por sensaciones es el mejor Tour de los ocho que he corrido».
«Estoy muy contento –añade–. Estamos para obedecer al que te paga y encima lo hago encantado, no hay problema. Es un trabajo más oscuro, desde casa parece que luce menos, la gente se pregunta si no estás tan bien, pero los que están dentro saben que Gorka y yo nos hemos encontrado muy bien, que hemos estado al lado de Samuel siempre hasta el momento clave y es muy importante para que el líder esté cómodo y tranquilo. Lo más importante es que a nivel de equipo el Tour ha sido excelente, todos en su sitio. Samuel rematando y los demás, cada uno haciendo su trabajo».
En la misma línea se manifestaba su inseparable compañero, Gorka Verdugo, que hacía un balance «en lo colectivo inmejorable con la victoria de etapa y el liderato de la montaña, dos segundos puestos... Es difícil de superar. Yo me he encontrado bien, he intentado estar el más tiempo posible al lado de Samuel y nunca he mirado mi puesto en la general. Hice el trabajo que debía hacer porque apostamos por Samu».
Seis escapadas de Rubén Pérez
Su trabajo ha sido tan importante como el de Rubén Pérez, que ha sido el que más presencia ha dado a Euskaltel con sus seis escapadas. El vizcaino apuntaba que «estoy contento porque he venido a intentar hacerlo bien y el equipo ha estado sobresaliente.
La pena es el minuto y veinte del primer día y la pájara del Galibier. En las últimas etapas de los Alpes no tenía un gramo de fuerza y me voy muy satisfecho porque no me llevo nada para casa. Lo he dado todo».
Lo gastó en la última de las seis fugas, la de Pinerolo, donde no se arrepiente de su ataque lejano: «Era lo mejor que podía hacer con el nivel que había en la fuga con Casar, Chavanel y Hagen. Tenía la duda de si me iban a dejar tiempo y me voy satisfecho con haberlo intentado». Compara su quinto Tour con el primero: «En 2007 también anduve muy bien, cogí cinco fugas y fue muy bueno. Este año ha sido mejor para el equipo al ganar una etapa, la montaña, ser quintos por equipos. No se puede pedir mucho más, la pena que Samuel no acabe en el podio el Tour más duro y pestosillo que he corrido, de mucha tensión».
Pablo Urtasun y Gorka Izagirre esperan hoy un momento especial al llegar por vez primera a los Campos Elíseos. El navarro se prepara para ese momento: «Todos me dicen que es especial, pero hasta que no lo viva no sé hasta qué punto lo será». De su debut hace un «balance agridulce. Agrio por las caídas, porque en la primera jornada de Pirineos sufrí un golpe fuerte que no me permitió ir como esperaba. Y dulce porque en la última semana iba bien».
A nivel colectivo apunta que «el equipo ha estado muy bien. Lástima que Samuel no tuviera en el Galibier un buen día, pero lo pasó y casi gana en Alpe d’Huez. Ha ganado la montaña, una etapa... ha sido un Tour increíble. A pesar de que nos faltaron dos corredores desde la primera semana, hemos cogido fugas casi todos los días y el equipo lo ha hecho muy bien».
«Llegar a París es especial»
También Gorka Izagirre transmite que «llegar a París es especial. Tras sufrir mucho, se agradece dar vueltas en París y pasar la meta de una carrera que es mucho más grande que las demás. Es una macrovuelta».
Como todos, está satisfecho porque «he ayudado al equipo y he intentado hacer lo que me han pedido lo mejor posible. Se me ha hecho largo, algunos días he tenido crisis, pero para ser la primera grande he quedado a gusto. Como equipo hemos andado muy bien, hemos dado la cara y chapeau para Samuel. Ha ganado una etapa y la montaña, con dos segundos puestos...».
Llegó a atacar en la etapa de Plateau de Beille, pero admite que «en ningún momento pensé que podía ganar. El tema era estar adelante por si Samuel venía por detrás».
Alan Pérez, en su tercer Tour, también hace un «balance muy positivo. El equipo ha estado muy bien, ha logrado los objetivos y estamos contentos. En lo personal, he entrado en alguna escapada que yo quería coger, pero estás con gente muy buena y es difícil ganar. Pero estuve delante y contento. El equipo ha estado muy presente, todos lo han hecho muy bien a pesar de acusar la ausencia de dos grandes compañeros que hubieran estado bien en la montaña».
Recuerda que «más que el podio, el objetivo era ganar una etapa y se ganó. Encima en Luz Ardiden, una cima muy importante para el equipo. El podio se ha intentado, pero se ha escapado por un mal día, pero ganar la montaña y subir al podio de París por ello es muy importate».
La desgracia de Radio Shack
Haimar Zubeldia acabará hoy como mejor vasco en la general, el 16º, pero su balance no era tan satisfactorio porque «para el equipo no ha sido bueno. Veníamos con grandes objetivos y no los logramos por las caídas. Me he visto en una situación que no esperaba y he tenido que cambiar de planes y hasta el viernes respondí bien. En las etapas cortas me cuesta entrar, se empezó muy fuerte el Galibier y sufrí. Intentamos enlazar, pero la carrera estaba lanzada».
Pese a ese día a nivel personal está contento porque «me he visto bien. Venía con dudas, pero mi cuerpo ha respondido bien. No estamos contentos porque no hemos conseguido los objetivos del equipo, pero personalmente me he visto en casi todas las etapas importantes con los de adelante».
El que hace una valoración más negativa de su debut en la prueba es Markel Irizar: «No ha sido el Tour de mis sueños. A nivel colectivo las cosas no han ido bien porque la mala suerte se ha cebado con nuestro equipo. Mi idea era ayudar a los líderes y poco se ha podido hacer».
A nivel individual «esperaba hacer las cosas mejor, pero las circunstancias no han ayudado. La crono por equipos la hice muy bien, en las etapas llanas tenía que estar con los líderes, sobre todo con Andreas, que era el que mejor estaba. Estaba preparado psicológicamente para trabajar para los líderes y cuando te quedas sin líder estás desorientado. Me metí en la escapada del Galibier, pero sin opciones. Se me ha hecho el Tour largo psicológicamente con los traslados. La organización no ha sido muy buena.
Todos los días cenando a las diez. Hoy he estado dos horas y medio en el coche, me he tenido que cambiar ahí, sin tiempo para calentar... No son formas. Estoy deseando llegar a París, me espera mi mujer y en diez años nunca he tenido tantas ganas de ir a casa y desconectar y descansar hasta la clásica y la Vuelta».
También Imanol Erviti señalaba que «para mí y para el equipo ha sido un Tour difícil. Se empezó a torcer en los primeros días con caídas y bajas. Además hemos estado peleando por el maillot verde y eso ha condicionado mucho de cara a las fugas y ha sido difícil. A nivel personal he estado varios días con buen nivel y no he sido capaz de coger la fuga buena. Me queda la sensación de pena, de que la semana pasada perdí la oportunidad de hacer algo porque esta última estoy incubando algo y tengo la garganta tocada».
Pese a todo «hemos ganado una etapa y luchamos por el maillot verde hasta el ultimo día. No es mal balance. Ha sido complicado hacer todo el Tour con dos compañeros menos, pero si nos dicen al inicio que vamos a ganar una etapa y tener protagonismo hubiéramos dicho que era bastante bueno».
Xabier Zandio hacía un balance positivo porque «empezamos con el traspiés de la caída de Wiggins y no pintaba muy bien, pero hemos ganado dos etapas, Rigoberto ha ido de blanco y sólo lo perdió al final por problemas de salud al coger un catarro. Me ha tocado estar con los líderes Wiggins y Urán y cuando he tenido la oportunidad he cogido alguna fuga y dejarse ver ya es importante. Es mi sexto Tour y acabo muy contento, me he encontrado muy bien y no he tenido ninguna caída».
También se muestra «muy contento en este equipo. Al nivel de medios la cosas son muy diferentes a lo que conocía y estoy muy contento en lo personal y en todo en el Sky».
Un gran Tour para Garmin
Bingen Fernández completaba su primer Tour como director de Garmin, el mejor del equipo con cuatro etapas, siete días de líder con Hushovd y la colectiva: «El equipo ha estado muy bien y además hemos metido a Danielson entre los diez primeros. No podemos quejarnos».
Agradecía que el Tour haya resultado espectacular al recuperar la forma de correr antigua con ataques lejanos y sobre Danielson decía que «siempre ha estado a un buen nivel, con altibajos, pero el año pasado acabó la Vuelta entre los diez primeros y en el Tour ha andado bien».
También José Luis Arrieta completaba su primer Tour como director en Movistar y a la hora de hacer balance reconoce que «no hemos tenido lo que este equipo ha tenido siempre, alguien peleando en la general. Nos ha faltado ese corredor porque Beñat se cayó y Kiriyenka no estaba bien, pero estoy contento porque ganamos una etapa y peleamos por el maillot verde hasta el último día. No se puede pedir más con las circunstancias que tuvimos».
Lamenta la baja de Intxausti porque «nuestra idea era que hiciera un buen puesto en la general. Pensamos que tiene calidad para ello. Era su primer año y era una incógnita, pero ahí se hubiera defendido».