El sindicato LAB ha presentado dos recursos contra la Oferta Pública de Empleo (OPE) de Osakidetza para 2011, que se suman a los anunciados contra la convocatoria por parte del sindicato de enfermería Satse, el Sindicato Médico de Euskadi y la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi.

Por medio de un comunicado, LAB explica que ha presentado sendos recursos de alzada contra las bases generales que rigen la convocatoria de Osakidetza y contra las bases específicas correspondientes a las tres categorías médicas convocadas hasta el momento, respectivamente.

El sindicato califica la OPE, que oferta un total de 2.600 plazas, como un «enorme despropósito». A su juicio, supone un ataque al euskera, se caracteriza por «la escasez de plazas» y es fruto de «un proceso impuesto sin el aval de ningún sindicato» y con «falta de información» y «oscurantismo».

El sindicato advierte de que «a pesar de que Osakidetza ha excluido a la representación sindical de los tribunales y ha impuesto un nuevo modelo de examen sobre temario», estará «alerta» para que «no se cometa un nuevo fraude como en la OPE de 1990».

En los recursos de alzada que ha presentado, LAB critica, entre otros aspectos, que en la convocatoria «no se especifica de forma concreta el número y las características de las plazas convocadas» y que, además, «no se sacan todas las plazas que marca la ley». También denuncia que «en los requisitos de participación se excluye al personal que ya tenga una plaza en propiedad en la misma categoría», entre otras cuestiones.

ELA también se opuso a la convocatoria de Osakidetza y la consideró insuficiente porque «dejará sin plaza a más de la mitad de los eventuales que trabajan de forma continua en el sector e incumple lo pactado en mesa general (5.400 plazas)».

Otro de los aspectos negativos de la OPE, a juicio de esta central, es que «la experiencia profesional tampoco será tan determinante como antes, lo cual, en un sector con un 27% de eventualidad, es intolerable».

Respecto al tratamiento del euskera, ELA denuncia que se envía «un mensaje de que el euskera no es importante, lo que puede restar importancia a la vulneración de los derechos lingüísticos de los usuarios en la institución que más denuncias por este asunto ha tenido».