Mattin Olzomendi y Peio Hirigoien han sido condenados a sendas penas de cárcel de cinco y cuatro años por su participación en atentados contra intereses inmobiliarios (el segundo de ellos exento de cumplimiento de un año, salvo si reincidiese en otro delito).

Olzomendi, de 29 años, ha sido reconocido culpable de todos los hechos imputados, mientras que Hirigoien, de 32, ha quedado exculpado de parte de los mismos. Los dos presos estaban acusados de haber colocado artefactos explosivos en dos agencias inmobiliarias de Donapaleu y de Kanbo, así como en el golf de Basusarri entre 2007 y 2009. Ninguno de los dos artilugios caseros llegó a explotar.

La sentencia especifica, además, la prohibición para ambos de ejercer cualquier empleo en la función pública, algo automático cuando alguien es condenado, si bien no resulta habitual que el tribunal lo detalle como pena complementaria.

El Tribunal Correccional especial de París juzgó a los dos jóvenes el pasado 8 de julio. En la vista, el fiscal requirió penas de seis años para cada uno de ellos.

Detenidos en 2010

Los dos presos labortanos fueron detenidos el 30 de marzo de 2010 en una operación policial que se saldó con ocho detenidos. Todos ellos, salvo Peio Hirigoien y Mattin Olzomendi, fueron puestos en libertad en los días posteriores.

Hirigoien se encuentra preso en la cárcel de Nanterre, a 785 kilómetros de Euskal Herria. Olzomendi, por su parte, está en Chateauroux, a 536 kilómetros, y desde hace tres meses es el único preso político vasco en ese penal, circunstancia que han vuelto a denunciar sus allegados y el comité de apoyo de Bezkoitze.

Askatasuna se ha declarado «escandalizado» por las duras condenas, «en especial en este momento en que en Euskal Herria se abren perspectivas de solución del conflicto». Ha recordado que también en los he- rrialdes de Ipar Euskal Herria se está trabajando en esa línea y ha denunciado la «política represiva de París, que, desde luego, no va en ese sentido».