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Netanyahu no bajará el gasto militar a pesar de las protestas sociales

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, descarta reducir el presupuesto militar, escudándose en la «inestabilidad» de la zona. La prensa hebrea ya ha comenzado a avivar el fantasma de una guerra contra Siria. Mientras Tel Aviv insiste en aprobar más colonias. Ayer, 4.300 viviendas en Jerusalén Este, que son justificadas apoyándose en las demandas de vivienda que se escuchan en los últimos días.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reafirma en su decisión de no recortar el gasto militar, según publicaba ayer el diario hebreo «Yediot Aharonot». Ni las protestas de los llamados «indignados israelíes» ni las propuestas lanzadas por el propio Ejército, que alude a los efectos de la crisis económica mundial, han movido de su afán belicista a Netanyahu, que se escuda en «las amenazas para la seguridad del país». En esta línea, el Ejecutivo de Tel Aviv ya ha reavivado la posibilidad de que un nuevo conflicto incendie la región. En este caso sería con Siria, tal y como publicaba ayer el diario «Haaretz».

«Quienes piden una disminución del presupuesto militar no toman en cuenta los desafíos para la seguridad y la creciente inestabilidad de la zona», señaló Netanyahu en un encuentro con la comisión de Defensa y Asuntos Extranjeros celebrado la semana pasada, según recogía el «Yediot Aharonot», que destacó que todos los primeros espadas de su Ejecutivo se sumaron al discurso del primer ministro. «El movimiento es importante e impresionante, pero no vivimos ni en Suiza ni en Finlandia. Tenemos necesidad de seguridad», aseguró el ministro de Defensa, Ehud Barak.

Ahora, Siria

El argumento securócrata es siempre la principal baza esgrimida por los políticos israelíes en momentos de crisis interna. En este sentido, Avigdor Liberman, jefe de la diplomacia y líder del ala más ultraderechista del gobierno de Netanyahu, señaló que «la principal amenaza a la que se enfrenta el país es Irán». Sin embargo, el régimen de Teherán no ha sido el único puesto en el punto de mira en los últimos días.

Una información publicada ayer por el diario «Haaretz» especulaba con una hipotética confrontación militar de Israel con Siria. Según el rotativo, las autoridades hebreas esperan que, tras la reunión de septiembre de la asamblea de la ONU en la que la Autoridad Palestina tiene previsto solicitar su reconocimiento como Estado, cientos de refugiados procedentes del país vecino puedan tratar de cruzar a los Altos del Golán. La respuesta israelí sería militar, tal y como ocurrió ya en los meses de mayo y junio. En este caso, Israel trata de hacer creer que Bashar Al-Assad también movería sus tropas.

Tel Aviv sí que ha aprovechado de los movimientos de protesta surgidos en el interior de su Estado para justificar la colonización. Ayer mismo, el ministro de Interior, Eli Yishai, autorizó la construcción de 4.300 viviendas más en Jerusalén Este, anexionada ilegalmente desde 1981. El principal argumento esgrimido fue que la medida ayudaría a paliar la escasez de pisos en Jerusalén.

discurso del miedo

El diario «Haaretz» publicó ayer que el Ejército israelí valora una posible confrontación con Siria en caso de que refugiados palestinos vuelvan a tratar de entrar a través de los Altos del Golán

más colonias

El ministro de Interior israelí aprobó ayer la construcción de 4.300 viviendas más en las colonias ilegales de Ramat Shlomo, Pisgat Zeev y Givat HaMatos, todas ellas situadas en Jerusalén Este, más allá de la Línea Verde

Sindicatos de todo el mundo, por un Estado palestino

La Federación Sindical Mundial, en la que participa la central abertzale LAB, emitió ayer un comunicado en el que aboga «por el reconocimiento de un Estado palestino independiente y soberano dentro de las fronteras de 1967 y Jerusalén Oriental como su capital». Los sindicalistas, que llaman al resto de centrales a sumarse a esta iniciativa, insisten en exigir «el fin de los asentamientos y la retirada de todos los colonos», así como «la demolición del muro de separación» y la «concesión a todos los refugiados palestinos del derecho a regresar a sus hogares sobre la base de las decisiones» adoptadas en Naciones Unidas.

El comunicado, suscrito este mes en Atenas, reclama también la eliminación de exclusión contra los palestinos en Gaza y Cisjordania, la liberación de los prisioneros políticos palestinos «y de otros prisioneros políticos que se mantienen en las cárceles israelíes» y la retirada del Ejército sionista de todos los territorios ocupados en 1967, «incluyendo los Altos del Golán y las granjas de Shebaa, en Líbano».

Con esta nota, la Federación Sindical Mundial se suma a la campaña lanzada por la Autoridad Palestina de cara a la asamblea de Naciones Unidas que se celebrará el próximo mes de septiembre y en la que el líder de Ramallah, Mahmud Abbas, tratará de lograr el reconocimiento de Palestina como Estado dentro de las fronteras que establece la legalidad internacional. A este llamamiento ya se han sumado más de un centenar de países. No obstante, podría quedar en un intento fallido ya que Estados Unidos, tradicional aliado de Israel, tiene derecho a veto. GARA

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