Osasuna sacó adelante su penúltimo amistoso de pretemporada en un encuentro frente al Huesca que se mostró más equilibrado durante la primera parte y que se acabó decantando desde los once metros. El partido sirvió para que José Luis Mendilibar continuase con su tanda de probaturas previas al inicio de la competición oficial, si no lo impide la huelga, el día 20.

Entró mucho mejor en el envite el Huesca, no sólo por las ocasiones -más claras- que generó, sino también por su idea de juego, vistosa y cuidando el cuero. Pese al trivote rojillo, la superioridad oscense en el medio campo -con un 4-1-4-1- forjó ese mejor criterio del rival, con balones rasos, apoyos rápidos y apertura a banda. Un «abc» del fútbol que los de Mendilibar trataron de contrarrestar con melones a Nino y alguna que otra intentona de Calleja por el carril izquierdo.

Un cabezazo al poste de Tariq a la media hora hizo que los navarros se tentasen la ropa y temieran seriamente por el resultado del marcador. El atacante de Emiratos Árabes fue una pesadilla para el dueto Rubén-Roversio. Osasuna, por su parte, llevó el mayor peligro en las botas de Nino -un mano a mano que no supo encarar y un balón arriba a puerta vacía- y otro uno contra uno de Calleja sin mayor trascendencia.

Espuela de Annunziata

Mejor ubicada tras el descanso, la escuadra navarra salió más mandona, dominadora casi en exclusiva de la pelota, pero sin que ello se tradujese en llegadas con el necesario criterio. Al menos, cortocircuitó el juego del Huesca, que fue notando el paso de los minutos y el calor, con lo que los espectadores se quedaron huérfanos de espectáculo. Como mucho, Rúper puso el «uy» en la grada con un disparo lejano que se marchó arriba.

Ibrahima y Annunziata le dieron continuidad a ese estéril dominio con sendos frágiles disparos hasta que llegó la jugada decisiva del choque. Un penalti muy justito de Helguera sobre Nino -el almeriense podía estar en fuera de juego- que se encargó de transformar Puñal. Con el marcador favorable y el cambio en el lateral zurdo -tuvo que jugar ahí Roversio en el último tramo-, Annunziata puso la guinda con su gol de espuela.