La representante especial de la ONU sobre violencia sexual en conflictos, Margot Wallstrom, alertó ayer del aumento de los secuestros y violaciones de mujeres y niñas de Somalia cuando huyen hacia los campos de refugiados al otro lado de la frontera en Kenia. «Durante el largo y peligroso viaje que tienen que hacer desde Somalia hacia los campos en Kenia, mujeres y niñas son atacadas, incluso violadas, por parte de militantes armados y bandidos», denunció Wallstrom en un nuevo informe sobre la situación en el país africano. La representante de la ONU denunció que, una vez llegadas al campo de Dadaab, tampoco se encuentran seguras, ya que se enfrentan a «nuevas penurias» que vuelven a incluir el riesgo de «ser violadas».

Al mismo tiempo, la ONU alertó de que «lo peor» de la crisis en Somalia «todavía no ha pasado». A la hambruna y las dos décadas de guerra hay que sumar ahora la epidemia de cólera que, en la actual situación de insalubridad, malnutrición y hacinamiento de desplazados, es altamente peligrosa. La epidemia ha llegado incluso a la capital, Mogadiscio, donde se han refugiado miles de personas.