La solidaridad, una vez más, en esta ocasión en las calles de Donibane Garazi, se manifestó ayer para mostrar su rechazo a la petición de euroorden contra el ex preso político Daniel Dergi. Una solidaridad que protagonizan diferentes organizaciones políticas, sindicales y sociales, cada vez más numerosos cargos electos de todas las tendencias e incontables ciudadanos anónimos y que comenzó a articularse contra la petición española de euroorden contra la militante de Batasuna Aurore Martin. Otra petición de euroorden contra ocho jóvenes independentistas fue respondida inmediatamente por ese movimiento solidario que demostró no ser flor de un día, y llegaría a rescatar literalmente de las manos de la Policía francesa a Martin cuando fue detenida para ser entregada al Estado español. Esa dinámica continuó cuando Daniel Dergi fue detenido, y las movilizaciones y muestras de apoyo no se hicieron esperar. Ayer, cientos de personas salieron a la calle en Donibane Garazi para mostrarle su apoyo antes de que el tribunal de Agen decida si acepta la entrega de Dergi a las autoridades españolas. Porque entienden, al igual que la propia abogada del Estado, que la entrega sería una enorme injusticia, y que la euroorden es un mecanismo injusto que hoy afecta principalmente a militantes vascos, pero también podría ser aplicado a cualquier otro ciudadano.