«Posiblemente, el canterano más caro del mundo», titulaba el portal deportivo Sportyou. El hijo pródigo, Cesc Fábregas, ya está en Barcelona, donde sus camisetas con el mismo `4' de Guardiola se agotan. Con sólo 14 años -cuando compartía vestuario con Messi o Piqué, ¡qué lujo de equipo infantil!- se quedaba después de sus partidos para ver a un jugador, dos años mayor, que le llamaba la atención, un tal Andrés Iniesta.

Pero mientras en el Barça se sentía menos valorado que otros, con 16 años recién cumplidos el mandamás del Arsenal, Arsene Wenger, interrumpió sus vacaciones para viajar a la ciudad condal y convencerle de que cogiera el viaje de vuelta a Londres junto a él. Luego, el jovencito Cesc descubriría que aquel técnico -que lo ganaba todo en la Premier- le había visto al menos medio centenar de veces en directo durante el año anterior.

Con esta vuelta a los orígenes se ha cerrado uno de los culebrones del verano. El `segundo padre' del catalán, Wenger, ha dicho que el Arsenal sobrevivirá sin el genial mediocampista de, no lo olvidemos, sólo 24 años. Los gunners y también la propia Premier League seguirán adelante sin él, porque en el país de la monarquía, a rey muerto, rey puesto. Y ese real trono tiene desde la noche del lunes un nuevo heredero, el del otro protagonista estival: el Kun Agüero, ese jugador desequilibrante en los últimos metros que se ha ganado en el campo la categoría de futbolista, por encima de la de yerno del Pelusa Maradona.

Bajo los palos del modesto y nobel Swansea, un prometedor portero holandés de nombre Vorm, llegado al club galés por 1,7 millones de euros; enfrente, un killer fichado con los petrodólares saudíes del Manchester City y por el que han pagado 43 millones de euros. Ningún jugador en la Premier League desde el israelí Mido -ex-celtiña- con el Tottenham en la 2004-05 había logrado dos goles en su debut; pues el Kun lo hizo, en la última media de hora de juego en que saltó al césped, y hasta dio una asistencia de gol a su nuevo aliado, el canario David Silva. Al final, 4-0 y líderes.

El City no iniciaba tan bien la Liga en la máxima categoría desde la 1974-75, y los aficionados citizen tuvieron el lunes razones para entonar con pasión -a pesar de su tono melancólico- el estribillo principal de ``Blue Moon'', su himno no oficial, y vitorear de espaldas al campo, mientras botaban en la grada, cada gol.

El origen de esa celebración se remonta al pasado mes de octubre, cuando el Manchester City recibió al Lech Poznan en la Europa League. Los seguidores polacos tienen por costumbre hacerlo cuando alguno de sus jugadores marca, y en el campo inglés cumplieron la tradición. A los hinchas del City les gustó y decidieron copiar la idea.

Pero los de Fábregas y Agüero no son los únicos nombres propios de esta semana. ¿Les suena el de Matías Urbano? A casi nadie que no sea seguidor del Unión San Felipe, de la liga chilena. El jugador argentino consiguió este pasado fin de semana su segundo gol de `rabona' en siete días, que ya han dado la vuelta al mundo. Él dice que ha aprendido del reputado Claudio Borghi, seleccionador chileno, uno de los precursores de este gesto técnico y que en su día lo zanjó con la siguiente frase: «Pegarle de rabona no es un lujo ni tampoco demostración de calidad, es simplemente como gritar que tu otra pierna no sirve para nada...». Palabra de Borghi.

Otro pibe, Hernán Barcos, logró el sábado marcar 5 goles en 26 minutos, una hazaña con la que el delantero del Liga de Quito fue noticia por toda Sudamérica. Lo curioso es que no fue el máximo artillero del fin de semana. ¡En un mismo partido hubo un jugador que superó su cosecha y otro que la igualó! Fue en la liga estonia, donde Aleksandrs Cekulajevs y Maksim Gruznov aportaron 6 y 5 goles, respectivamente, a la soberana paliza del Trans Narva a la incorregible cenicienta del campeonato, el Ajax Lasnamae (14-0).

Un «guardapalos» con 102 goles

Los que tampoco han dado tantas vueltas al mundo han sido los vídeos con los goles de Rogerio Ceni, el `guardapalos' del Sao Paulo brasileño, quien a sus 38 años ha conseguido sumar su gol número 102, logrado desde los once metros, y aventajar con mucho a su rival, ya retirado, el gran José Luis Chilavert, que anotó 62 en toda su carrera.

Peores noticias las que nos llegan de otro de esos incombustibles, el símbolo ucraniano Andriy Shevchenko, de 34 años, que en su último encuentro con su querido Dinamo de Kiev se ha roto la mandíbula.

Los ánimos se los puede transmitir otro de esos `dinosaurios' del fútbol, como es el milanista Pippo Inzaghi, del que Alex Ferguson dijo una vez que «ese muchacho debe de haber nacido en fuera de juego». El eterno cazagoles acaba de salir de una dura lesión y espera competir de tú a tú con los Ibrahimovic o Cassano por un hueco en el ataque rossonero.