Las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) aprovecharon el Encuentro Nacional por la Tierra y la Paz, celebrado el pasado fin de semana en Barrancabermeja, para expresar su disposición a sentarse a dialogar con el Gobierno para buscar conjuntamente una solución pacífica definitiva a los problemas que aquejan a la sociedad colombiana y que están en el origen del conflicto armado. Pero han vuelto a encontrar poca receptividad por parte del presidente, Juan Manuel santos, quien ha mostrado la «disposición del Estado» a iniciar un proceso de paz siempre que las FARC y el ELN den «pruebas fehacientes de buena voluntad y emprendan verdaderas iniciativas de paz que permitan avanzar» hacia un eventual acercamiento, como si expresar su firme actitud y voluntad política y comprometerse a construir espacios conjuntos con el Gobierno y la comunidad internacional para encontrar una solución al conflicto no fuera una verdadera iniciativa de paz.

En un comunicado dirigido a los participantes del encuentro de Barrancabermeja y recogido por la agencia Anncol, el Secretariado Nacional del Estado Mayor Central de las FARC, «recogiendo los llamamientos a buscar una salida distinta a la guerra para resolver el conflicto social y armado y ante la disposición expresada por el presidente para explotar ese camino», manifestó su voluntad política de crear el escenario propicio para iniciar el diálogo con el actual Gobierno «bajo el único condicionamiento de la firme disposición de encontrar los caminos que nos permitan crear el entorno para las profundas reformas económicas, sociales y políticas que garanticen la paz con justicia social, con todos los sectores representativos del pueblo colombiano y la comunidad internacional dispuesta a acompañarnos».

Días antes, el 2 de agosto, el ELN acogió la propuesta de ir a un diálogo de paz con el Ejecutivo y su líder, Nicolás Rodríguez Bautista, Gabino, apuntó que «no cabe duda de que el aporte de la comunidad internacional, en particular de los gobiernos y pueblos del continente, tiene un importante papel por jugar en la paz de Colombia».

Mesa única

Ayer mismo, la ex senadora Piedad Córdoba propuso a ambas guerrillas la necesidad de llegar unidas a un proceso de paz a la vista de que ambas coinciden en su enfoque de cara la reconciliación y a un eventual diálogo como «camino apropiado para la solución política al conflicto político, social y armado», indicó Efe. «Creemos que es muy importante incluir (...) el tema de la necesidad de una mesa única de diálogo y negociación, para un proceso de paz único y nacional», manifestó en una carta abierta dirigida a Gabino.

Durante un encuentro con empresarios chilenos el martes en Santiago, Santos dijo que estaría dispuesto a abrir un diálogo para un proceso de paz, según Telesur, con los guerrilleros que quieran reintegrarse a la vida civil. «El Estado ha sido generoso y está dispuesto a abrir ese posible diálogo, siempre y cuando den una demostración válida y fehaciente, que no hemos visto, de que quieren algún tipo de acuerdo. Mientras tanto, total contundencia», señaló.

Es la primera vez, según la cadena venezolana, que el presidente colombiano habla de la «disposición del Estado» a un «diálogo». En su visita a Chile, Santos consideró que la propuesta de las FARC de dar paso a una negociación no es una prueba «creíble» de la disposición de la guerrilla a abandonar las armas, por lo que reiteró la vigencia de la lucha contra la resistencia armada y advirtió de que hasta que ese proceso de paz sea posible sus combatientes sólo encontrarán «la cárcel o la tumba».

Ayer insistió en que la guerrilla está «debilitada« y «un poco desesperada», aunque subrayó que aún no ha sido derrotada.