Igor Antón, líder de Euskaltel Euskadi en la próxima edición de la Vuelta, aseguró ayer que acabando en el podio se iría «contento» de la ronda española, si bien se ve con opciones de hacerlo en lo más alto del cajón el 11 de setiembre en Madrid.

«Estar en la situación del año pasado -cuando vistió el jersey rojo de líder durante cinco jornadas- es muy difícil, pero si tengo la suerte a favor voy a ver hasta dónde llego», manifestó en el aeropuerto de Loiu poco antes de partir junto a sus compañeros hacia Benidorm, donde comenzará el sábado la Vuelta.

El escalador vizcaíno, que no ha competido desde la Vuelta a Burgos, aprovechará los primeros días para afinar su estado de forma en una ronda que es «la que mejor se me da» y que afronta con ilusión en su séptima participación.

«Que te tengan en cuenta como favorito quiere decir que lo has hecho bien, aunque todavía tengo que acabar de confirmar las cosas. No he hecho ningún podio en una vuelta grande y ni siquiera he ganado una vuelta pequeña. Sin descartar lo máximo, voy a tratar de hacerlo muy bien», explicó. Reconoció Antón que accidentes como los que sufrió en la etapa del Angliru en 2008 o la caída del pasado año camino de Peña Cabarga le dan ganas de resarcirse.

Sobre las claves, el de Galdakao destacó que, además de los seis finales en alto, a nivel particular la etapa que más le puede perjudicar es la contrarreloj de 47 kilómetros en Salamanca. «Es más de una hora de esfuerzo y hay corredores como Menchov que pueden sacar tajada. Luego están las de Valdepeñas o El Escorial, que son trampas y habrá que estar muy atento», analizó Antón antes de apuntar un amplio abanico de aspirantes al triunfo final.

«Nibali es el ganador del año pasado, Menchov, Brajkovic, Van den Broeck, Wiggins, y Purito, que viene de ganar en Burgos y siempre es muy batallador».

Una decisión política

Respecto a que la Vuelta regresará a carreteras vascas después de 33 años, el corredor naranja considera que «nos generará un poco de estrés porque estamos en casa, aunque esperemos hacerlo bien y si ya hemos hecho los deberes disfrutar. Puede haber algún momento de reivindicación, pero no creo que suceda nada. Hay que separar la política del deporte y el que quiera venir que lo haga a disfrutar».

En este sentido organizaciones juveniles, sindicatos, partidos políticos y plataformas por el euskara o en favor de las selecciones vascas harán pública su postura hoy al mediodía en Bilbo: «Tal como comentamos en la anterior rueda de prensa, traer la Vuelta Ciclista a Euskal Herria es una decisión política tomada por el PSE y el PP con el intento de españolizar este País. Dado que para nosotros se trata de una nueva imposición, dijimos que íbamos a responder en clave de País. La decisión está tomada». Y hoy la dan a conocer.