La visita del Papa a servidora le resulta más empalagosa que la ensaladilla rusa. Y estando como están todos los periódicos españoles monotemáticos, más papistas que el papa y clamando por quemar en los infiernos a los laicos que se manifestaron y que, en mi opinión, han demostrado ser valientes, intelectualmente honrados y portadores de un mensaje de esperanza, pues una ha decidido no picar ese anzuelo y pasar olímpicamente de ese tema.

El problema es que durante el letargo del verano los sucesos y las serpientes informativas copan la atención, y los pequeños gestos tienden a magnificarse hasta el ridículo. El brindis y el saludo del alcalde Donostia, Juan Karlos Izagirre, con los concejales del PP Gómez y Arcauz es buen ejemplo de ello. La serpiente sigue coleando, y un gesto que ha sido bien recibido por los donostiarras, también por los que votan al PP, se ha magnificado de Pancorbo para abajo hasta presentarlo como el no va a más de la vergüenza. Y no contentos con el perdón oficial pedido por el PP, exigen en bandeja las cabezas cortadas de ambos ediles sin cortarse un pelo.

El inefable Alfonso Ussía, con la testosterona sobrecalentada y presentándose como el campeón del «cojonímetro» frente a Bildu, iba directo a por ellos. En «La Razón» firmaba un libelo bajo el título de «A la calle». Para él, fue un saludo y un brindis mortal, «un gesto humillante y humillado que ha herido a los votantes del PP». Y va a por ellos sin piedad: «El dedo índice no se equivoca: A la calle, y que dejen paso a quienes no se ríen, no brindan y no comparten chistorrillas con Izaguirre».

Va más allá, y les quita de oficio sus derechos y la libertad. «No tienen derecho ni la libertad moral de bailarle el agua a quien ha dado suficientes pruebas de podredumbre y sesgo proetarra». Algo es algo, debió de decirle la perra al galgo y, por lo menos, acepta que Izagirre fue el más votado. Pero, ni aun así, nada de «perder la dignidad, ni el sitio, ni la postura».

Ussía escribe su sentencia: «Han defraudado a sus votantes y herido a su formación política. Por todo ello, a la calle». Servidora sabe que todos los votantes del PP vasco no son de esa calaña. Sin decirlo públicamente lo hacen saber muy a menudo. También a los de Bildu. Deberían salir del armario. Tienen todo mi apoyo.