José Ramón Foruria se convierte en el noveno preso político enfermo que es enviado a su casa después de la denuncia pública del caso. Etxerat comunicó ayer esta noticia, aunque censuró que se le apliquen «ferreas medidas de control» que perjudiquen a la correcta atención médica que necesita.

Foruria era uno de los presos cuya situación denunció el colectivo Jaiki Hadi en su último informe, junto a los casos de Mila Ioldi, Ibon Iparragirre y Txus Martin, cuya vida se considera en peligro si se mantiene su situación, y también a los de Gotzone López de Luzuriaga, Inma Berriozabal, José Angel Biguri, Iñaki Etxeberria, Jesús Mari Mendinueta y Josetxo Arizkuren. Recientemente se añadieron también los casos de Ibon Fernandez Iradi, Mikel Izpura, Unai Parot y Aitor Fresnedo.

Desde 2004

En realidad, Foruria llevaba enfermo prácticamente desde su entrada en prisión, en setiembre de 2003. Este vecino de Markina nacido en 1950 había sido entregado por Venezuela al Estado español, y al poco tiempo de ser excarcelado se le diagnosticó un cáncer de vegija, por lo que se demandó su excarcelación en cumplimiento de la ley vigente.

La Audiencia Nacional lo denegó en 2006, y también un año después. Mientras tanto, la enfermedad se le reprodujo en 2008 y 2010, confirmando el agravamiento de la situación.

La excarcelación llega al fin siete años después. Etxerat destaca que no hubiera sido posible sin las movilizaciones en denuncia de estas prácticas. Así, anima a continuar acumulando fuerzas para impulsar estas demandas, en Euskal Herria y ante la comunidad internacional.