Resaca de la Europa League
Los jugadores rojiblancos están convencidos de que pasarán
Los más optimistas tras al chasco del debut europeo son los propios protagonistas, que no obstante deberán mejorar para la vuelta en su puntería cara al gol, aprovechar las jugadas a balón parado y mostrarse más contundentes en la faceta defensiva.
Joseba VIVANCO
«Esperaba un triunfo del Athletic, aunque de visita el sistema de Bielsa encuentra más espacios para desarrollar la verticalidad que tantos frutos le ha dado en su carrera como técnico. Ojalá que ganen», animaba ayer en la web de la FIFA un aficionado chileno, al comentar la reseña sobre el empate de los leones el miércoles. Un rayo de luz que enlaza con lo que el ex-seleccionador de Chile ya remarcó en la rueda de prensa anterior al partido: «En la visita hay que tener la misma actitud que de local. A la localía se le presupone un valor agregado, pero yo no imagino jugar de visitante de manera distinta a la de local», dijo para zanjar su visión futbolística.
Lo cierto es que, aunque el chupinazo de la Aste Nagusia bilbaina no sea hasta esta tarde, la hinchada rojiblanca sigue de resaca, agridulce resaca. Por eso, quizá lo mejor sea agarrarse a la botella medio llena y dar a los hombres de Bielsa el margen de confianza no ya que se merecen, sino el que ellos mismos expresaron tras el partido. Como Oscar de Marcos, animando a que «la gente debería estar tranquila, hemos hecho un gran partido, y en el próximo iremos con las máximas ganas allí».
Pero quizá el más convincente de todos ellos fue un siempre reflexivo Ander Herrera -contento, además, por su buen debut en lo personal-, quien reconoció que «allí nos jugamos la vida» y aseguró que «nadie en el vestuario está con la cabeza baja». Es más, el `cerebro' rojiblanco prometió a la afición que en Estambul pasarán la eliminatoria para devolverles ese aliento demostrado en San Mamés.
Y para hacerlo será no ya necesario, sino vital, afinar la puntería cara al marco rival. «Hacía tiempo que no recordaba un partido con tantas ocasiones claras de gol», llegó a lamentarse Herrera, a juicio del cual el partido debería haber acabado con un 4-0 ó 5-1.
El propio Bielsa habló de hasta 15 ocasiones marradas. Según las estadísticas de la UEFA, el Athletic disparó hasta en 13 ocasiones fuera de la portería de Zengin, pero en sólo dos intentos -en los minutos 15, a cargo de Muniain, y 49, el tiro al muñeco de Susaeta- lo hizo entre los tres palos; no incluye la media vuelta de Llorente del final, que se topó el guardameta.
Trece córners sin destinatario
Por cierto, el que más `palos' se llevó en ese desacierto fue Llorente que, según la estadística de la UEFA, remató cinco veces a puerta y todas fuera. Desde la web del Athletic se le disculpaba ayer, al cuestionar en la crónica del partido que «el delantero no tenía su día más goleador», pero que «la teoría que giraba en torno a que el ariete iba a perder protagonismo en el juego del equipo podía catalogarse como un brindis al sol que no existía».
Y se añadía: «Otra cosa es que ahora la altura del codazo o empujón que suele recibir haya descendido hasta la altura de los riñones». Pues sólo le pitaron una falta en contra y a él le sancionaron dos, eso sí, ante un colegiado italiano en exceso permisivo con los turcos.
Otro aspecto que el equipo deberá mejorar -hasta Bielsa reconoció que hay que mejorar- será el de las jugadas a balón parado, en especial los córners. Hasta 13 botaron y ninguno propició jugadas de peligro, amén de que varios fueron sacados de forma impropia en hombres como Gabilondo o Herrera.
Más prometedora se antoja la capacidad para aprovechar las faltas al borde del área. Aunque el jueves no se materializaron en goles, es verdad que contar con `guantes' como los de Herrera, Susaeta o Gabilondo augura una sustancial mejora en esta estadística goleadora.
Y la tercera pata que deberá trabajar el equipo de Bielsa será la del rigor defensivo. Si el Athletic pretende llevar la iniciativa como postula el argentino en el partido de vuelta, deberá minimizar al máximo la probabilidad de ceder esas peligrosas contras que anteanoche a punto estuvieron de costarle la eliminatoria ya desde la ida.
La vuelta será más abierta
El propio técnico asumió que entre las claves para afrontar el partido de vuelta está que «defensivamente el partido nos va a exigir más y ofensivamente nos va a permitir más. Si agregamos contundencia y una estructura más sólida, sería para tenerlo en cuenta».
Pero, como ya dijo el filósofo francés Jean Paul Sartre cuando decidió reflexionar sobre el deporte rey, «en un partido de fútbol todo se complica por la presencia del equipo contrario». Y si el Trabzonspor lo puso difícil en Bilbo, más lo pondrá en Estambul, donde la única ventaja de los de Marcelo Bielsa será que ellos también necesitan marcar y tendrán que abrirse.
Porque, por lo demás, no sólo el ambiente será hostil, sino que el expulsado Senol Günes podrá robustecer su línea de medio campo con el marfileño Didier Zokora y su `cerebro', el polaco Adrian Mierzejewski. Quien no estará es el sancionado Yumlu.
El Türk Telekom Arena y sus 52.000 seguidores aguardan a los rojiblancos. Como bien reflejaba ayer la web del Club, «al final, habrá que pensar en positivo, reforzar el entramado defensivo y destrozar en un bonito y caliente marco como Estambul el pronóstico que nos quita la vitola de favoritos». Y es que no queda otra.
«Lo vivido ayer en San Mamés no lo voy a olvidar jamás, tuve unas sensaciones maravillosas, gracias a toda la afición del Athletic. Abrazos», escribió ayer el debutante mediocampista rojiblanco Ander Herrera en su twitter.
Cumplía ayer años -31- el `nuevo' capitán rojiblanco, Carlos Gurpegi, que compareció tras el entrenamiento vespertino -los rojiblancos no harán huelga este fin de semana como otros equipos- para ratificar que «si en la vuelta jugamos como en San Mamés, alguno meteremos». El navarro reiteró que «el equipo está bien» y que ocasiones como las marradas por Llorente o Susaeta «se hubieran metido en condiciones normales». Lo que sí dejó claro Gurpegi es que «este equipo tiene un desafío en Turquía» y que, si «defensivamente estamos a buen nivel, tendremos ocasiones». Eso sí, pidió «un poco de suerte». J.V.