Al menos dos personas murieron y ocho resultaron heridas en la provincia de Homs, en el centro de Siria, por disparos de las fuerzas de seguridad, informó ayer el Observatorio sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres. Sin embargo, el grupo opositor Comités de Coordinación Local elevó la cifra de fallecidos en esa localidad a siete, después de que los tanques del Ejército bombardearan varias casas, aunque todavía se desconocen las circunstancias exactas del suceso.

La presencia militar fue reforzada por la mañana en los barrios de Baba Amro, Al-Inshaat y Al-Jaledia de esa misma ciudad de Homs, donde se escucharon incesantes disparos y explosiones, por lo que las tiendas permanecieron cerradas. Hasta allí llegaron también los tanques y camiones para trasladar a las fuerzas del régimen.

Presencia permanente

Un activista de los Comités, Hozam Ibrahim, explicó a Efe que el Ejército nunca se ha retirado de las ciudades pequeñas, sino que suele dejar una reducida parte de las tropas, que luego pueden pedir refuerzos. Según Ibrahim, los puestos de control y las fuerzas de seguridad continúan presentes en la zona, donde las comunicaciones y el servicio eléctrico han sido cortados como medida de castigo.

El Ejército se desplegó también en Elheraq, una localidad en la provincia meridional de Deraa, donde también se escuchan disparos.

En el barrio de Al Raml, bombardeado hace unos días, los miembros de seguridad intentan limpiar los restos de los ataques en el campo de refugiados palestinos, según la oposición, antes de que la llegada, prevista para este fin de semana de una delegación de la ONU, al tiempo que los activistas alertan del regreso de las tropas al lugar.

Estos nuevos movimientos del Ejército sirio se produjeron dos días después de que el presidente, Bashar al-Assad, asegurara al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que las operaciones militares contra las protestas habían terminado.

La portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Elisbeth Byrs explicó a AFP que el motivo de la visita a Siria es ver «cómo apoyar los servicios públicos y responder a posibles necesidades humanitarias identificadas» en materia de electricidad, agua potable, comunicaciones y salud.