Liga San Miguel
Urdaibai y Camargo rompen los cronos en Pasai Donibane
Orio volvió a ser la derrotada y ya sólo tiene un punto de ventaja respeto al último clasificado.
Arnaitz GORRITI
Urdaibai volvió a sonreír tras varias semanas de infortunios y malos resultados. La «Bou Bizkaia» rompió el crono en Pasai Donibane, en la II Bandera Iberdrola. Tras el fiasco de la víspera en Hondarribia, la tripulación de José Manuel Francisco realizó varios cambios, movió la ubicación de varios tripulantes y, por fin, la trainera vizcaina volvió a su mejor versión.
Kaiku se clasificó justo detrás de la tripulación bermeana. Al igual que el sábado, José Luis Korta siguió moviendo su banquillo, y aunque no le alcanzó para llevarse otra bandera, sí que le sirvió para amasar un buen puñado de puntos mientras varios de los «galácticos» se tomaban un respiro.
Antes de desmenuzar más la regata de ayer, conviene destacar también a la embarcación de Camargo, que obtuvo una meritoria octava plaza, y ya está a un único punto de Orio, que se halla en una peligrosa caída libre.
Con la clasificación de la Liga San Miguel prácticamente decidida, los principales favoritos se limitaron a bogar sin ninguna presión. La «Bou Bizkaia» salió empeñada en hacerse con suquinta bandera de la temporada, y aunque Kaiku se mantuvo a su nivel en la primera ciaboga, tras la primera empopada se vio que ayer sería casi imposible superar a los txos.
Y así fue. No sin oponer resistencia, Kaiku fue cediendo terreno respecto a Urdaibai, mientras que el bote de Hondarribia amenazaba seriamente con birlarle la segunda posición a la «Bizkaitarra».
Por ello, el último largo resultó muy emocionante, ya que la «Ama Guadalupekoa» debió esperar hasta el último momento para ver si superó a Kaiku, algo que no sucedió por escasas 90 centésimas de segundo. También cabe destacar a Pedreña y San Pedro, que obtuvieron unos muy meritorios cuarto y quinto lugar, respectivamente.
Alerta roja en Orio
La cruz de la moneda fue, una vez más, para Orio. Incluso sus rectores se sienten acongojados por la deriva que lleva la tripulación de la «Mirotza». Como si de vasos comunicantes se tratasen, Orio se está viniendo abajo al mismo ritmo en el que Camargo se viene arriba. Los aguiluchos entrenan duro, tal y como impone la dureza de la Liga San Miguel, pero en las regatas, incomprensiblemente, se bloquean, y su ventaja respecto a Camargo ya es de sólo un punto.
Obviamente, no se le pueden restar méritos a la embarcación cántabra, ya que estas últimas semanas ha experimentado una mejora exponencial en su rendimiento. No es sólo que su remada sea más efectiva, sino que su tripulación irradia confianza y fe ciega en sí misma, una confianza y una fe de la que Orio carece por completo. Faltan únicamente dos regatas para, aparte de las cuestiones de los juzgados, dirimir quién deberá jugársela en el play off y quién descenderá a la ARC-1. Una de esas regatas se celebrará en Orio. Habrá que ver si esta circunstancia varía en algo la actitud de los dos involucrados en la pelea, y si es para bien o para mal. La emoción que falta en la cabeza, hay de sobra en la cola.