Dicen que, siendo dificilísimo, llegar a la élite es relativamente sencillo comparado con lo que exige mantenerse en ella y, al menos estos últimos meses, Julen Retegi podría ser uno de los mejores ejemplos de ello. El iruindarra pareció quitarse -por fin- el enorme peso de un apellido tan ilustre y mostrar sus mejores virtudes aquel 3o de octubre de 2009, cuando protagonizó una de las últimas grandes sorpresas de la pelota al eliminar a Aimar Olaizola y colarse en semifinales del Cuatro y Medio de aquel año. Sin embargo, la evolución de aquella zurda tan brillante, «con duende» a decir de los aficionados más taurinos, no sólo no ha progresado lo que se esperaba, sino que en los últimos meses parece haber dado un paso atrás.

Y es que, aunque las rachas de juego en un deporte donde no hay margen para el descanso son relativamente normales, los resultados de estos últimos meses, y su pérdida de protagonismo en los estelares, han hecho saltar todas las alarmas, hasta en su entorno más cercano.

Porque, si echamos un rápido vistazo a sus resultados este verano, las 10 derrotas cosechadas en sus últimos 13 partidos disputados, con solo 216 tantos a favor por 258 en contra, están muy lejos de la calidad del pelotari iruindarra.

Dentro de estos malos resultados, al margen del doloroso partido del pasado domingo en Zarautz, donde sólo pudo hacer un tanto junto a Pascual a Aritz Lasa y Zabaleta (22-8), quizá lo que más ha extrañado han sido las tres derrotas cosechadas en las distintas luchas individuales a las que se ha enfrentado.

Duelos individuales

Cabe recordar que, si por algo había destacado Retegi Bi, había sido por sus grandes dotes de manomanista, tanto en toda la cancha como en el acotado, distancia en la que había mostrado su mejor versión. Sin embargo, este verano ha tenido que morder el polvo en los tres partidos del cuatro y medio disputados, el primero ante Mikel Idoate dentro del campeonato navarro, y las dos últimos ante Ekaitz Saralegi, en los desafíos del vino de las ferias de Iruñea y Gasteiz.

Estos dos últimos duelos ante el amezketarra, con resultados muy abultados (22-10 en el Labrit y 22-7 en el Ogeta), han supuesto un duro mazazo en una moral que lleva mucho, demasiado tiempo, sin conseguir alcanzar su mejor nivel.

De hecho, este bajón en su juego llevó a su padre y mentor a realizar unas duras declaraciones el pasado domingo ante los micrófonos de ETB, en el transcurso del mencionado partido de Zarautz. «Creo que el principal problema de Julen es que toda la gente le dice que no hace tantos, y cada vez está jugando peor. No se le ha dejado desarrollar su juego, y temo que se haya perdido el pelotari. Hace dos años a mí me gustaba mucho, defendía un montón, en el mano a mano jugaba mucho, y hoy en día se ha quedado en nada. Creo que todo viene de esa presión que se le ha puesto y le veo mal futuro, él está muy triste y, por supuesto, yo también».

El pelotari con mejor palmarés profesional fue incluso más allá al negar que este mal momento se debiera a una mala racha. «Este caso es algo más, lo que pasa es que no se le ha dejado hacer su juego, se le ha metido en la cabeza que no sabe hacer un tanto. Yo siempre he creído en que cada pelotari tenga su estilo, pero le han comido la cabeza y ahora no juega nada. Yo levantaré la cabeza, pero veo la cosa muy mal», agregó un apocalíptico Julián Retegi.