El viernes, día grande de las fiestas de Bilbo, será también un día especial para todos aquellos nostálgicos de la pelota, ya que pese a que la capital vizcaina puede, de momento, presumir de tener el frontón más grande, desde esa fecha se quedará sin un frontón largo, ya que el mítico Deportivo de la Alameda de Recalde albergará su última función profesional.

La razón es que la cancha va a sufrir unas reformas que van a provocar una reducción de sus dimensiones. De este modo, el frontón quedará únicamente a disposición de los socios del club, por lo que nunca más se volverá a programar pelota a nivel profesional.

A pesar de que el recinto bilbaino ha sido el último reducto de la pala, modalidad que ha sido trasladada al Bizkaia de Miribilla -de titularidad pública, pero de 38 metros-, será la cesta punta la que ponga el broche final a este legendario frontón bilbaino, con motivo de la segunda jornada de la LZPP (Liga Zesta Punta Profesional).

Epicentro palista

Con sus mejores y peores etapas últimamente su popularidad ha descendido bastante. La pala ha sido una especialidad, al menos en cuanto a programaciones, básicamente bilbaina, aunque en sus épocas más boyantes el Balda donostiarra también era escenario de grandes partidos de esta disciplina.

Según recuerda el ex palista Jesús Azurmendi en uno de sus interesantes artículos colgados en la red, los orígenes de la pala profesional en el Botxo surgen el 14 de abril de 1895 con la inauguración del frontón Euskalduna de Bilbo, copia del Beti Jai de Madrid. Eso sí, al contrario de lo que sucederá en el Deportivo, los primeros pelotazos en esta instalación los dieron los puntistas, bajo la intendencia de Txikito de Eibar. No obstante, pelotaris como Juan Gisasola, Begoñés I, hicieron que el público bilbaino eligiera la pala.

Años más tarde, el 8 de diciembre de 1939, el relevo lo tomó el segundo frontón Euskalduna, ubicado en el mismo lugar que el antiguo, aunque de estilo completamente distinto. Los llenos fueron impresionantes los primeros años, pero a partir de 1946 los mejores palistas marcharon al Recoletos de Madrid y la empresa terminó cerrando la instalación. En un día muy triste para la modalidad, la última función se celebró el 29 de agosto de 1957.

La modalidad del leño tardó diez años en recuperar un recinto para la disputa de partidos en Bilbo. El 11 de octubre de 1967 se inauguró el Deportivo, que ha vivido épocas más y menos gloriosas hasta su última función de este próximo viernes.