GARA > Idatzia > Iritzia> Azken puntua

Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com

Rissaga

Es un fenómeno poco habitual que puede producirse en calas y puertos de las islas Baleares

En el Mediterráneo lo normal es que las oscilaciones diarias del agua del mar (la amplitud de la marea astronómica) sean del orden de 20 centímetros. Sin embargo, en determinadas situaciones pueden llegar a alcanzarse e, incluso, superar, los dos metros. En esos casos se habla de que hay Rissaga (resaca en menorquín), un fenómeno poco habitual que puede producirse, entre otros lugares, en algunas calas y puertos de las islas Baleares.

En cuestión de unos minutos un puerto puede quedar vacío de agua, con las barcas caídas en su fondo, con peces muertos… Unos minutos después (diez, exactamente, en el puerto de la Ciutadella) el agua retorna, golpeando y hundiendo las barcas que han quedado a flote, e inundando zonas próximas al puerto causando daños en vehículos y edificaciones. Un hecho que se puede repetir cíclicamente el mismo día o repetirse en días sucesivos tras un período de calma.

Un fenómeno del que se tienen noticias desde el siglo XV y que se atribuyó a causas astronómicas, sísmicas…, hasta que en el siglo pasado se comprobó que se trataba de una especie de oleaje atmosférico (chorros de viento de diferente velocidad en capas medias y altas de la troposfera que empujan al aire hacia abajo) que produce cambios bruscos de presión y que obliga a  oscilar al agua del mar.

En definitiva, una interacción entra la atmósfera y el mar, tanto más fuerte cuanto mayor sea la inestabilidad del aire en capas altas y mayor la estabilidad a nivel del mar. Una situación que ocurre sólo en los meses cálidos, entre abril y octubre, gracias a una situación meteorológica muy concreta (viento fuerte del SW en altura, una vaguada sobre la Península y aire muy cálido a 1.500 m).

Sin embargo, para que el fenómeno se de en toda su amplitud el «oleaje del aire» debe coincidir con el del mar (frecuencia de subidas y bajadas), sumándose ambos efectos. Finalmente, la configuración de los puertos y calas puede colaborar también a que el efecto se amplifique. En Ciutadella puede producirse unas 10 veces al año, aunque de forma catastrófica sólo cada varios años.

Los servicios meteorológicos se encargan de su predicción. Para ello, identifican la situación meteorológica que puede favorecer su aparición y siguen su evolución, vigilando, fundamentalmente, los cambios de presión.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo