El cine nórdico infantil nunca se conforma con el simple espectáculo de acción fantástica, sino que además plantea un trasfondo social para no perder la perspectiva de la realidad.

Esta es la historia positiva de dos hermanos que afrontarán sus problemas juntos. El hermano pequeño sufre en silencio la discapacidad de su hermano mayor, que es autista. La vida cotidiana representa un sinfín de obstáculos para ellos, ya que el simple camino hacia el colegio se llena de complicaciones, cada vez que Buller se queda atrapado en medio del tráfico sin poder reaccionar. El pequeño Anton, a sus diez años, sueña con lo que sería tener un hermano mayor capaz de protegerle de los matónes de la escuela.

Sus deseos se cumplen con la caída de un meteorito que contiene en su interior una arma llegada del espacio exterior, y cuyo disparo accidental provoca en Buller el desarrollo de unos poderes que le dan una fuerza descomunal, y hasta le permiten volar. Pero tales facultades no durarán siempre, así que de la maravillosa experiencia extraerán la lección de que lo importante es permanecer unidos y saber defenderse cuando son atacados sin motivo o justificación alguna.