Movimientos políticos en Euskal Herria
El PNV usa la reforma de la Constitución para mostrar un perfil más abertzale
El PNV anuncia que reclamará el derecho a decidir, vía enmienda, en el proceso de reforma constitucional abierto. Su socio CiU fue el primero en responderle que el camino es otro y pasa por fortalecer mayorías en sus países.
Ramón SOLA | DONOSTIA
La apertura de un proceso de reforma constitucional calificado de «express» para incluir el techo de deuda en el Estado español ha sido visto como una oportunidad de exponer sus reivindicaciones, aunque sea de modo testimonial, por distintos agentes, desde el 15-M a UPyD. El PNV también se subirá a ese carro, en este caso para reclamar el derecho a decidir. Según confirmó ayer el diputado Josu Erkoreka, presentarán una enmienda al respecto desde la ple- na constancia de que será rechazada por PSOE y PP.
Ninguno de estos dos partidos se mostró preocupado por la iniciativa; de hecho, no suscitó reacción alguna ni en las filas de Alfredo Pérez Rubalcaba ni en las de Mariano Rajoy. Pero tanto o más significativo resultó que el primero en criticarla fuera un aliado del PNV: el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, dirigente de CiU.
En una entrevista a Catalunya Ràdio, Puig consideró inapropiada la iniciativa jelkide y remarcó que el derecho a decidir no pasa ahora por la reforma de la Constitución ni por una negociación con Madrid, sino por fortalecer la mayoría soberanista en Catalunya, y lógicamente en Euskal Herria.
El anuncio fue hecho ayer por el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, que dijo que «aprovecharemos» el debate constitu- cional para exponer la demanda del derecho a decidir.
En una entrevista a Onda Vasca, Erkoreka argumentó que su partido «nunca ha dejado de lado» ese derecho y que constituye su «máxima aspiración».
«Lo que vamos a hacer es expresar claramente a la opinión pública, y también a los poderes del Estado, que si los partidos mayoritarios de España son capaces de consensuar una reforma constitucional, nosotros también tenemos nuestro propio paquete de reformas, tenemos nuestra propia idea de lo que sería conveniente retocar o reformar en la Constitución para que fuera más satisfactoria. Probablemente aprovecharemos el viaje para hacer ese planteamiento», añadió.
En este sentido, el dirigente jeltzale recalcó que los electos del PNV suelen hacer «política con los pies en el suelo, mucha política pragmática, como tiene que ser», pero que no renuncian a cuestiones como la del derecho a decidir. Y avanzó que su idea de cara al debate en el Congreso es hacer un planteamiento «que no sea partidista» y resulte «lo más institucional y compartido posible».
Solos en el Congreso
Erkoreka señaló también que podrían hacer una «formulación propia específica del PNV» en su enmienda, pero que prefieren «recurrir» a la declaración institucional realizada por el Parlamento de Gasteiz en 1990 en favor del derecho de autodeterminación y que quedó fijada en su día como un jalón. Se trata, dijo Erkoreka, de «jugar con lo que en el pasado ha gozado de un consenso mayoritario entre las fuerzas políticas vascas y no operar en clave estrictamente sectaria y partidaria».
La citada declaración fue aprobada en febrero de 1990 y recogía el derecho de autodeterminación, entendido como la «potestad de los ciudadanos para decidir libre y democráticamente su estatus político, económico, social y cultural, bien dotándose de un marco político propio o compartiendo, en todo o en parte, su soberanía con otros pueblos».
Se da la circunstancia de que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acababa de presentar como superada esa formulación de la autodeterminación hace apenas dos semanas, en el contexto de su rechazo a la oferta de alianza por el derecho a decidir trasladada por izquierda abertzale, EA y Alternatiba.
El 13 de agosto, en una entrevista a la agencia Europa Press, indicó que «estamos en un momento, en el año 2011, en el que merece la pena idear otras iniciativas económicas, políticas y sociales, es decir, un proyecto que vaya más allá de ese gran emplazamiento del derecho de autodeterminación que ya está aprobado en el Parlamento Vasco». Así las cosas, defendió que es mejor hacer una propuesta de «nuevo estatus» que se basaría en el plan jelkide ``Ados'' y que Urkullu considera más moderna y ajustada al siglo XXI.
Sin embargo, ahora aquella declaración de 1990 será repescada por el PNV para plantearla en Madrid, y lo hará, además, en solitario. Ni la izquierda abertzale ni EA ni Aralar ni Alternatiba tienen representación en el Congreso de los Diputados por distintos motivos. Así que por lo que respecta a la representación vasca, sólo la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, podría darle su apoyo.
Mientras tanto, el PP se sumó ayer a la opinión del PSE de que el PNV «tiene miedo a Bildu». Su presidente en Gipuzkoa, Borja Sémper, afirmó que los jeltzales «temen perder la hegemonía del nacionalismo».
En su cruce de mensajes con la izquierda abertzale, Urkullu dijo el 13 de agosto que consideraban superado el debate sobre la autodeterminación, ya que fue aprobado en 1990 en Gasteiz. Pero ahora lo recuperarán para la enmienda a la reforma constitucional.
El paulatino acercamiento de posiciones entre Aralar y las tres formaciones de Bildu ha encendido todas las alarmas en quienes quieren priorizar a toda costa la fórmula de Nafarroa Bai. Horas después de que trascendiera una votación de la dirección de Aralar que apoyaba la oferta de suma abertzale -y que no es definitiva, porque quien decidirá es su próximo congreso-, el PNV y los «independientes» de Uxue Barkos emitieron una nota conjunta que presiona a Aralar para no tome otros derroteros.
Según explican estos dos sectores muy parejos políticamente en una nota conjunta, ayer Nafarroa Bai 2011 celebró una Comisión Política en la que ambos dejaron «claro» que apuestan por reeditar NaBai como coalición para las elecciones estatales del 20-N. Esta posición fue defendida por José Angel Agirrebengoa y Manu Ayerdi, desde el PNV, y Uxue Barkos y Patxi Leuza como «independientes».
Estas dos fuerzas defienden la apuesta por mantener la actual división abertzale. Opinan que «tras el 22 de mayo en Navarra se han consolidado dos proyectos diferentes, dos maneras de entender el nacionalismo y el vasquismo en Nafarroa» y añaden que «creemos que la suma de ambos (NaBai y Bildu) aporta más que la unión de los mismos».
El PNV y los «independientes», que la semana que viene constituirán la formación política Zabaltzen según adelantó GARA, añaden otros tres razonamientos para mantener el actual esquema de división y competencia electoral directa. Por un lado, consideran que Bildu «anula el carácter pluralista de NaBai en pro de un frente esencialista y de carácter nacional. Nafarroa Bai ha proclamado un ciento de veces que Navarra será lo que los navarros y las navarras queramos -dice, en supuesta contradicción con lo que plantearían izquierda abertzale, EA y Alternatiba-. Navarra es un sujeto político de decisión y no objeto o moneda de cambio, ni en una posible negociación ETA-Estado ni en las negociaciones en algún despacho en Madrid para decidir quién gobierna».
En segundo lugar, esgrimen que «NaBai está concebida para posibilitar la integración de las distintas identidades que coexisten en Navarra, desde una base progresista y plural, y no para posibilitar una acumulación de fuerzas que, a nuestro entender, busca la confrontación con el frente compuesto, en el caso de Navarra, por UPN-PSN, erosionando la convivencia».
Junto a ello, cuestionan también el carácter aglutinador de Bildu: «Unión de acción solicita ahora Bildu y unidad de acción ha sido durante estos años el motor de NaBai, pero con un matiz importante: no desde la confrontación y el frentismo, sino desde el respeto a las diferencias y con un talante de consenso y progreso que no detectamos en esa propuesta», dicen Agirrebengoa y Barkos.
La nota parece responder a una noticia publicada ayer por ``Diario de Navarra'' bajo el título ``La dirección de Aralar vota ir con Bildu en las elecciones generales''. Según explica, el miércoles la cuestión fue analizada por Txentxo Jiménez y su equipo y se apostó por una suma de fuerzas entre NaBai y Bildu para los comicios del 20-N, si bien se trataba de una simple toma de posición, ya que por un lado las conversaciones con izquierda abertzale, EA y Alternatiba están abiertas y por otro la decisión final compete a la Asamblea que se celebrará a principios de setiembre.
Por el momento, entre las tres fuerzas reunidas en Bildu y Aralar se ha celebrado una primera reunión pública en la que se constató una voluntad positiva y se pusieron sobre la mesa varias fórmulas posibles. Las conversaciones siguen ahora a nivel privado. Izquierda abertzale, EA y Alternatiba han tendido la mano también al PNV, que ha rechazado la oferta con todo tipo de argumentos y se resiste incluso a celebrar una reunión. GARA