Del blanco y negro al color, 125 años recorriendo Donostia
Leer, hablar o simplemente mirar a través del cristal. Cada viajero mata el tiempo a su manera dentro de un autobús urbano. Allí se tejen historias personales, anónimas. También en Donostia, donde el domingo se cumplirán 125 años desde que se fundara la Compañía del Tranvía de la capital.
Oihane LARRETXEA
Pequeñas pantallas de televisión entretienen al despistado que se dejó olvidado el periódico sobre la mesa de la cafetería. Ojos sumergidos en historias escritas sobre papel y que el lector termina por sentir como suyas propias. Ojos que miran a través de los cristales mientras posan la atención en algún pensamiento. Las manos de las adolescentes sostienen móviles extraplanos y sus oídos lucen enormes auriculares. De cuando en cuando interrumpen la canción para cruzarse algún que otro comentario. Alguien al fondo lleva un ramo de flores. ¡Que afortunada! O afortunado. Lucen unos colores asombrosos. El joven de la sudadera roja hace un chasquido con la lengua. Mira el reloj. Probablemente llega tarde.
Compuesto por las personas que lo ocupan en cada preciso momento, el interior de un autobús urbano es un gran puzzle formado por pequeñas historias personales, anónimas. ¿Quien no ha jugado a inventarse lo que esconde cada una? En cada parada los nuevos viajeros sustituyen a los que acaban de bajar. Y el juego vuelve a empezar.
Fundada el 28 de agosto de 1886, la Compañía del Tranvía de Donostia (CTSS) cumplirá el domingo su 125 aniversario. Desde entonces, sus tranvías y autobuses han llevado a los donostiarras de un lado a otro de la ciudad dando cobijo a otras muchas historias, igual que hacen hoy, aunque ya no haya aquellos elegantes bigotes ni sombreros de terciopelo.
La primera línea de tranvía se puso en marcha casi un año después de que se fundara la empresa, una de las más antiguas de Gipuzkoa. Aquel 18 de julio de 1887 el tranvía unió la Concha, el Boulevard y las cocheras, ubicadas entonces en Ategorrieta. Adaptando los vehículos a los tiempos que co- rrespondían en cada momento, CTSS ha utilizado desde su fundación cuatro sistemas de transporte diferentes: tranvías de caballos, tranvías eléctricos, trolebuses y autobuses. El último modelo es el recientemente instaurado autobús híbrido, que consume un 75% de gasoil y un 25% de electricidad que se genera cada vez que el chófer utiliza el freno. Es tan novedoso que el actual es, en realidad, un prototipo. El definitivo se diseñará a partir de la experiencia.
Según explica la compañía en su página web -www.dbus.es-, cuando un tranvía recorrió las calles de Donostia por primera vez, la capital contaba con 26.856 habitantes y se encontraba inmersa en la expansión, después de que en 1864 derribaran las murallas que impedían su crecimiento. En esta coyuntura, este medio de transporte se convirtió en un elemento fundamental.
Los tranvías de caballos, conocidos como «motor de sangre», mostraron sus limitaciones así que...renovar o morir. Dicho y hecho. En 1897, Donostia se convirtió en la segunda ciudad estatal en contar con tranvías eléctricos y la primera en tener electrificados todos sus servicios. Cuando la línea original Benta Berri-Errentería fue dividida en dos, con el Boulevard como cabecera de ambas, este punto se convirtió en verdadero centro neurálgico de los transportes urbanos de la ciudad. Hoy lo sigue siendo.
Calendario festivo
En la actualidad, las cifras que rodean a la compañía, renombrada en 2005 como Dbus, corroboran el éxito del transporte urbano en la capital guipuzcoana. Cada día lo utilizan más de 100.000 personas y sólo el pasado año se contabilizaron más de 29 millones de viajeros en una ciudad de apenas 200.000 habitantes. Exactamente 37 líneas atraviesan los distintos barrios que conforman la capital y la plantilla cuenta con más de 500 empleados.
Con motivo del aniversario, Dbus ha elaborado un calendario de actividades que se prolongará hasta julio del próximo año. Tal y como explicó ayer Gerardo Lertxundi, director de Dbus, hay variadas actividades que buscan la participación popular como los concursos de vídeos cortos, relatos cortos o fotografía digital. Para éste último el plazo está ya abierto y se pueden consultar las bases en www.dbus.es.
Aunque las fechas para el resto de actividades están aún por determinar, se celebrará un acto festivo abierto a los ciudadanos y habrá una exposición al aire libre de tres autobuses de décadas diferentes, donde se expondrán un trolebus de los años 70, un autobús de la década de los 80 y otro actual.
Exposiciones con imágenes históricas, charlas de expertos como Juanjo Olaizola y Javier María Sada o la publicación de un libro especial son algunos de los ingredientes del menú festivo que sacará a la calle la historia del transporte urbano donostiarra.