La tregua lograda por Hamas con Israel el lunes debería seguir en vigor si en las últimas horas el Ejército sionista no hubiera reanudado e intensificado sus bombardeos sobre la Franja de Gaza, que ayer segaron la vida de al menos once palestinos, entre ellos dos miembros de la Yihad Islámica, y a los que desde el territorio palestino se respondió con el lanzamiento de 19 cohetes y proyectiles de mortero contra el sur de Israel.

Los sionistas tienen ahora en su punto de mira a la Yihad Islámica, que sostuvo que detendrá sus disparos contra territorio israelí si Israel detiene sus ataques, y aunque siguen responsabilizando a Hamas de todo lo que ocurre en la Franja, quieren que el movimiento de resistencia islámica mantenga el alto el fuego logrado tras varios días de enfrentamientos.

«Vamos a seguir atacando mientras que nos ataque. La Yihad Islámica, que es de gatillo fácil», empieza a pagar el precio», afirmó el ministro israelí de Defensa Civil, Matan Vilnai, a la radio militar. «Hemos golpeado a quien lo merecía y lo seguiremos haciendo mientras haya terrorismo contra Israel», advirtió Vilnai, quien insistió en la responsabilidad de Hamas en todo lo que sucede en la Franja de Gaza aunque recalcó que el movimiento palestino dio una «prueba de prudencia por su interés en dejar pasar esta ola» de violencia, informó AFP.

«En el pasado ya pagó un alto precio», señaló en referencia a la ofensiva militar «Plomo Fundido», en diciembre de 2008 y enero de 2001, que se saldó con la muerte de más de 1.400 palestinos, la mayoría civiles.

El portavoz de la Yihad Islámica, Daud Shihab, señaló a AFP que «si Israel detiene sus ataques, la resistencia palestina detendrá el lanzamiento de cohetes. No queremos una escalada -insistió-, pero responderemos a cualquier agresión israelí». «La tregua está relacionada con la voluntad de Israel», subrayó.

Por su parte, el ministro israelí encargado de los servicios de Inteligencia, Dan Meridor, afirmó a la radio pública que Israel estaba dispuesto a respetar una tregua tácita. «No vamos a poner en peligro la paz, si la otra parte hace lo mismo», dijo Meridor, quien, nos obstante, agregó que «no vamos a esperar a que nos disparen y a que la gente se muera para actuar».

En declaraciones a AFP, el viceministro de Relaciones Exteriores en Gaza, Ghazi Hamad, admitió que «ahora la situación está abierta. No hay garantía de que esté bajo control», aunque aseguró que «es de interés y responsabilidad del Gobierno de Hamas restaurar la calma». Para ello, explicó que el movimiento de resistencia islámica está en contacto con Egipto y Naciones Unidas con el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre el retorno a la calma.

El portavoz del Ejército señaló en una nota que la aviación atacó desde la noche del miércoles «un lugar para almacenar armas» en el norte de la Franja, un túnel de contrabando -del que se rescataron dos cuerpos- y un taller para la fabricación de armas en el sur. En la misma nota indicó que «el Ejército israelí no tolerará ningún intento de atentar contra civiles y soldados israelíes y no dudará en responder con fuerza y determinación contra quienes recurren al terrorismo hasta que vuelva la calma».