Han comenzado a interponer denuncias contra las agresiones policiales a quienes protestaron con motivo de la JMJ en Madrid y los fachas reaccionan. Como no podía ser de otra manera, los atacados fueron los «peregrinos», claro. Y defienden esa tradición española, las pasadas policiales, con tanta pasión como defienden las corridas de toros.

«La Razón» titulaba en portada «Interior cede ante el 15-M y expedienta a dos policías por cargar contra los «laico-borrokos»». Muy original lo de «laico-borrokos», y además no se notaba nada qué tipo de asociaciones sugiere. En páginas interiores ofrecía el testimonio de unos peregrinos franceses «atacados y humillados», así como los insultos que recibió la Policía, como «ser policía, vergüenza me daría». En opinión de servidora, eso no es ningún insulto, y aunque lo fuera, tampoco justificaría apalear a quien lo profiriera, pero para «La Razón» es suficiente para aplaudir las brutales cargas policiales y escandalizarse por que se pueda abrir alguna investigación.

En fin, del facherío no se podía esperar menos. Pero no crean que la única alusión de «La Razón» a Euskal Herria se limitaba a la denominación los «laico-borrokos». También en primera, Una gran fotografía de las txosnas de Bilbo ilustraba un titular apocalíptico: «Las fiestas del terror», y como si de la Feria de Sevilla se tratase, anunciaba que las «casetas» cerraron ayer en solidaridad con las txosnas sancionadas. La periodista, igual que Daniel Portero, quien dedica su columna al mismo asunto y aboga por prohibir hasta el puesto de los churros, se alegrarían al saber que la Audiencia Nacional prohibió los actos organizados por Kaskagorri. Aunque seguro que les parece insuficiente. El plante de las comparsas era explicado así: «Como ya ocurriera el año pasado, el resto de `txoznas' decidió no abrir y desatender a las miles de personas que, con talante festivo, se pasean por la capital bilbaína estos días. Así se solidarizaban con `kaskagorri' y `Txori Barrote' (otra comparsa inhabilitada) y defienden lo que ellos denominan `libertad de expresión para poner fotos de quien queramos'». Ya sabemos por qué tipo de fotos, además de las del Papa, no se escandaliza «La Razón».