«Me han amputado el pulmón derecho debido a un cáncer por amianto»
Tiene 62 años. Está casado y tiene dos hijos. Comenzó de aprendiz con 14 años en Aristrain y allí manipuló amianto; en la actualidad es autónomo. Hace unos meses le amputaron el pulmón derecho a consecuencia de un cáncer. La Seguridad Social no le reconoce la enfermedad profesional.
Juanjo BASTERRA | BILBO
A sus catorce años entró de aprendiz en la siderúrgica Aristrain -actual Arcelor Mittal Olaberria- y dos años después de «haber dejado los pantalones cortos» comenzó de electricista en mantenimiento. Trabajó con el amianto en cada momento de sus siete años en esa empresa. «Nadie nos dijo que era peligroso, todo lo contrario», precisó. Sin embargo, hace unos meses acudió al médico con molestias y, tras unos intensos reconocimientos médicos, le detectaron un tipo de tumor en el pulmón derecho, lo que ha llevado a su extirpación.
Las estadísticas oficiales están reflejando durante este año una mayor mortalidad por cáncer derivado del contacto con el amianto. Hasta julio figuran 44 nuevos casos de mesoteliomas, según los datos oficiales.
¿Cuándo comenzó a trabajar en la siderúrgica?
Empecé en 1964 como aprendiz y estuve hasta el año 1973. Después de dos años de aprendiz pasé a la sección de mantenimiento de oficial. En ese trabajo estuve en contacto directo con el amianto. Manipulábamos el amianto, encintábamos con amianto los cables de los hornos que, al contrario de la actualidad, no estaban refrigerados por agua. A las paredes de los hornos se les ponía amianto, que era el mejor aislante del calor y el más barato. Se utilizaba para todos aquellos lugares donde había fuente de calor.
¿Nadie les dijo en Aristrain que el amianto era cancerígeno?
Todo lo contrario, nos dijeron que era cojonudo. Lo teníamos por todo los lados en placas. Convivíamos con amianto durante toda la jornada.
¿Cómo se dio cuenta del cáncer?
De una forma muy tonta, por decir. En los primeros días de febrero empecé a sentir dolores en el costado. La médico de Lazkao me mandó a Urgencias de Zumarraga, donde me vieron algo raro y me ingresaron. Al final apareció que tenía un tumor en el pulmón derecho y fueron ellos los que me dijeron que tenía relación con el amianto. De ahí me mandaron al Oncológico de Donostia y en los exámenes apareció lo que había. El 28 de marzo me quitaron el pulmón derecho entero.
¿No notó molestias antes?
Me cansaba, sí, pero yo lo atribuía la edad. Porque los últimos 20 años he trabajado de electricista autónomo. Los médicos de Zumarraga me decían eso, pero les contesté que con 62 años era normal el cansancio. Sin embargo, no era normal. El problema viene de que el INSS me ha denegado la enfermedad profesional por el amianto. Miembros del comité y ex compañeros han certificado que trabábamos con amianto. Al final tendré que dar más vueltas para que me concedan la invalidez y después pueda reclamar por el daño del amianto.
¿Qué piensa de todo esto, de que los empresarios no pusieran las medidas de seguridad y de prevención para los trabajadores?
Que son unos sinvergüenzas. De haberlo sabido, podríamos habernos puesto las protecciones adecuadas y no hubiéramos tenido que sufrir ni morir por culpa del amianto. Entonces no nos daban ni protecciones ni nada que se le pareciera. Teníamos amianto por todos los sitios. De hecho, el año pasado falleció José Benito Acosta. Es el primero de Aristrain, pero, según me han contado hijos de trabajadores de mi edad y otros trabajadores, que otros trabajadores han muerto de cáncer, pero no se sabe si fue por amianto, porque ha estado oculto.
¿Por qué?
Supongo que por razones económicas. Los empresarios se aprovecharon de que los trabajadores no conocíamos esas consecuencias. Eso sí, ahora estamos viendo que ese gran problema les está sobrepasando. Lo que quiero es que se haga público todo y el que tenga responsabilidad, las pague.
¿Ahora mismo conoce si en la empresa se les realiza vigilancia específica de la salud para prevenir el cáncer o cualquier otra enfermedad?
Tengo un hermano que está trabajando ahí y está acojonado, porque sabe que puede aparecer después de años de haber estado en contacto con el amianto. Ha trabajado con todo el tema hidráulico, lo mismo que nosotros encintábamos los cables eléctricos, ellos lo hacen con las mangueras hidráulicas. Lo que me ha dicho mi hermano es que no les hacen esos controles específicos. En algún momento les dijeron que iban pasar revisiones, pero todavía no ha sido así, por lo menos en el caso de mi hermano.
«Nadie nos dijo que ese mineral era cancerígeno, peligroso. Todo lo contrario. Trabajábamos en contacto toda la jornada, porque había placas y de todo»
«Los empresarios se aprovecharon de que los trabajadores no conocíamos esas consencuencias. Eso sí, ahora están viendo que ese gran problema les está sobrepasando por sus consecuencias»